La jueza de los represaliados de Barcones investiga si siguen vivos varios militares

Ha dado órdenes a la Policía Judicial para que, en caso afirmativo, se les tome declaración sobre lo ocurrido.

Imagen de los restos de un represeliado hallado en Barcones
Imagen de uno de los esqueletos hallados en Barcones
ASRD

El Juzgado de Instrucción número 1 de Almazán (Soria) que investiga el asesinato de diez civiles en Barcones en 1936, seis de ellos vecinos de San Esteban de Gormaz y cuatro cenetistas de la capital, ha dado órdenes a la Policía Judicial para que investigue si siguen vivos varios exmandos militares para, en caso afirmativo, tomarles declaración sobre lo ocurrido.


Así lo ha acordado la juez en una providencia, aceptando así buena parte de las diligencias solicitadas por la Asociación soriana Recuerdo y Dignidad (ASRD), que incluye, entre otras, la toma de declaración, en calidad de perjudicadas, a las tres hijas de uno de los asesinados, así como la incorporación a la causa del testimonio en vídeo de Amelia Rica, hija de otra de las víctimas, Juan Pablo Rica Gutiérrez, sastre y Concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz.


Amelia, ya fallecida, fue la primera de los familiares que solicitó a la asociación soriana la investigación y recuperación de los restos mortales de una de las víctimas asesinadas en Barcones la mañana del 14 de agosto de 1936.


Así, la juez, tal y como asegura la ASDR a través de un comunicado, ha librado oficio para averiguar "a través de la Policía Judicial si el identificado como general de la 5ª Región Orgánica y Comandante Militar de Zaragoza, (en el momento del nombramiento del Comandante Militar de Soria) Miguel Cabanellas Ferrer, así como (en el momento de los asesinatos) el general Germán Gil y Yuste, siguen vivos, para ser oídos, en su caso, en declaración".


De la misma manera, ha accedido a dar órdenes a la Policía Judicial para averiguar "si el jefe de la Comandancia Militar de Soria, Rafael Sevillano, así como el Gobernador Civil, Ramón Enrique Casado García, perviven y, en tal caso, averigüen domicilio donde poder ser citados para ser oídos en declaración".


En la misma resolución se aprueba librar oficio tanto al "Archivo Histórico Provincial de Soria como al Centro Documental de Memoria Histórica de Salamanca para que remitan toda la documentación que obre en su poder sobre los crímenes denunciados, detención, estancia en cárcel, órdenes de puesta a disposición de Guardia Civil y Falange, traslado desde la cárcel de Almazán y la de El Burgo de Osma y asesinato en Barcones así como de los producidos en la provincia de Soria durante el periodo reseñado".Seis cuerpos ya exhumados

La causa de investigación de los diez civiles asesinados en Barcones la mañana del 14 de agosto de 1936 comenzó con la denuncia interpuesta por la Asociación Recuerdo y Dignidad el 12 de julio de 2013. Una semana después, comenzaban los trabajos de exhumación llevados a cabo por la Fundación Aranzadi, dirigida por el Médico Especialista en Medicina Legal y Forense, Francisco Etxeberría Gabilondo, y que, gracias a los trabajos de investigación de la asociación y al relato de un testigo, dieron con la localización de la fosa que albergaba a seis de ellos, mientras que a día de hoy los otros cuatro continúan desaparecidos.


El pasado 1 de noviembre, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, se entregaron a sus familias los cuerpos de los seis vecinos de San Esteban de Gormaz que se exhumaron en Barcones y que fueron identificados genéticamente.


La causa abierta en Almazán, partido judicial al que pertenece Barcones, investiga los asesinatos de seis vecinos de San Esteban de Gormaz: Juan Ballano Pérez (agricultor de 31 años), Juan Pablo Rica (concejal de Cultura de 54 años), Bernabé Esteban Benito (jornalero de 37 años), Mariano González Carracedo (telefonista ferroviario de 35 años), Cándido Muyo Arranz (agricultor de 25 años) y Máximo Redondo García (guardabarreras de 37 años) y cuatro vecinos de la capital soriana, todos sindicalistas de la CNT: Arsenio Martínez, Tomás Cué, Antonio Lafuente y Fermín González.

Las seis personas de la comarca del Burgo de Osma, junto a Antonio Lafuente, fueron sacadas de la cárcel de dicha localidad por un grupo de guardias civiles y falangistas y llevadas hacia el sur de la provincia la tarde del 13 de agosto de 1936.


En algún punto se unieron a otro camión procedente de la cárcel de Almazán en el que viajaban atados los cenetistas. Tras pasar la noche amarrados de dos en dos, fueron fusilados y enterrados en dos fosas cercanas. En la primera, enterraron a los cuatro vecinos de Soria, en la segunda a los de San Esteban. El motivo de la separación pudo ser que los segundos accedieron a confesarse ante dos sacerdotes que les ofrecieron auxilio espiritual, aunque las familias no acaban de creerse esta posibilidad.


A día de hoy la ASRD trabaja por recuperar las identidades de 586 civiles sorianos y sorianas asesinados entre el 18 de julio de 1936 y principios de 1937.