La ejecución en la A-11 rozó los 33 millones, el 81% de lo presupuestado
La suspensión del Langa-Aranda y paralizar el San Esteban-El Burgo lastran el cumplimiento total.
Presupuesto viene de presuponer, que no es otra cosa que calcular o reflejar una intención, según el diccionario. Plantear y tratar de cumplir, lo que rara vez se lleva a efecto. Al menos en toda su extensión para esta deseada infraestructura viaria. Y de eso de incumplir, de vulnerar lo prometido, de anunciar y quedarse a medias o de esperanzar y después decepcionar, la Autovía del Duero (A-11) a su paso por Soria podría erigirse como un monumento referencial.
No ahora, sino desde hace unos cuantos años. Tanto, que cunde entre los sorianos esa maléfica impresión del "yo no sé si veo eso abierto", pese a que la puesta en marcha al tráfico está prevista para 2020. Aunque prever también viene de conjetura, de creer, de presuponer.
El Ministerio de Fomento ejecutó obras por valor de 32.633.490,07 euros a lo largo del pasado año en los seis tramos de la A-11 en estado de ejecución, lo que significa el 81% de lo que consignó en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016.
Sus intenciones pasaban por desarrollar algo más de 40,2 millones en avances. Para bien o para mal, el hecho de desglosar grandes extensiones de autovías en trozos pequeños, práctica ministerial que se lleva a cabo desde hace dos décadas para dar más posibilidades de pujar a empresas constructoras de tamaño medio y no delimitar las opciones a las multinacionales, genera habitualmente que el estado de los trabajos de una misma infraestructura sea bien distinto dependiendo del punto. Incluso trazados separados por escasos metros pueden presentar abismales distinciones. Es precisamente lo que ha sucedido en la A-11 en territorio soriano, lo que pone de manifiesto una respuesta parlamentaria al senador del PSOE por la provincia, Jesús Manuel Alonso, sobre una pregunta en la que se interesaba por las actuaciones realizadas y cantidades presupuestadas reales ejecutadas del presupuesto de 2016 en la provincia de Soria.
En la contestación, el Ejecutivo central pone cifras a esas desigualdades entre tramos, como consecuencia de problemas con las empresas adjudicatarias.
En agosto de 2015, el Ministerio de Fomento confiaba en aplicar 7,3 millones para dar continuidad a los 21,4 kilómetros entre Langa y Aranda. Pero fuertes desavenencias con la firma adjudicataria, la unión de empresas entre Isolux Corsán y Zarzuela, dieron al traste con las intenciones. El departamento ordenó en marzo de 2016 rescindirle el contrato, con lo que la ejecución al cabo del año se quedó en 22.160 euros, según las obligaciones reconocidas del pago, el 0,30% de lo planteado. Una situación que podría generar un retraso de hasta dos años. Ya ha transcurrido más de uno y la actividad no se retoma. Fomento trabaja en un nuevo proyecto que tendrá que sacar otra vez a licitación.
También problemas con la mercantil, en este caso Assignia, impidieron ejecutar los 8,5 millones previstos para el San Esteban- El Burgo, quedándose en el 64%. Problemas internos de la empresa, en concurso de acreedores, fueron un obstáculo insalvable para que igualmente cesaran las tareas. Tampoco en este caso se pone fecha a la reanudación.
Bastante mejor fueron las cosas en el otro costado de la autovía, donde las cantidades, ciertamente exiguas para un avance significativo, se cumplen. Incluso se sobrepasan, como en el tramo entre Venta Nueva y Santiuste: de plantear 6,9 millones a invertir diez. También entre La Mallona y Venta-Nueva, de 3,3 a 3,5, y en el Santiuste-El Burgo, de 6,5 a 6,7.
El trazado entre San Esteban y Langa alcanzó un grado de cumplimiento del 91,58%, con cerca de 6,9 millones desarrollados de los 7,5 que recogieron las cuentas.