La cantera del mazo y la baqueta

Casi 650 niños levantaron ayer los aplausos del pabellón Siglo XXI, donde se celebró la decimosegunda edición de la tradicional exhibición en la que los más pequeños de las cofradías lucen su destreza con los bombos, tambores, trompetas y matracas.

Los niños de la cofradía de la Humillación ayer durante su marcha en el pabellón Siglo XXI
Los niños de la cofradía de la Humillación ayer durante su marcha en el pabellón Siglo XXI
Francisco jiménez

La savia nueva de la tradición dejó ayer el pabellón bien alto. Una tras otra, en perfecto orden y guardando cuidadosamente la formación, las generaciones más jóvenes de 18 cofradías ofrecieron una muestra de su esfuerzo y su trabajo a más de mil espectadores.


La ya tradicional Exaltación Infantil de los Instrumentos de la Semana Santa celebró su decimosegunda edición ayer en el pabellón Siglo XXI, en el Actur. Con puntualidad inglesa, a las 17.00, el Piquete de Honor de la Junta Coordinadora de Cofradías de Zaragoza hizo su aparición para dar inicio a las marchas de los más pequeños y, de paso, el pistoletazo de salida oficioso a la Cuaresma, para la que apenas quedan dos semanas.


La Hermandad del Cristo Despojado ha sido la encargada de organizar esta edición. Con los nervios a flor de piel, Óscar Simón iba de un lado a otro del pabellón controlando hasta el más mínimo detalle. "La exaltación infantil tiene detrás mucho trabajo y esfuerzo", explicó ayer. Participan niños de 3 a 15 años y Simón calculó que había casi 650 participantes. "Llevan tiempo ensayando, desde enero o diciembre, preparan dos marchas distintas para tocar hoy", señaló. El aforo del Siglo XXI estaba casi al máximo: más de mil espectadores acudieron ayer a la cita, sobre todo, del mundo cofrade y familiares que acuden a "animar a los chicos", apuntó el organizador.


Acogidos por un respetuoso silencio, los representantes de las 23 cofradías zaragozanas ofrecieron sus toques y se presentaron los estandartes de cada una de las hermandades. Para empezar el evento, el delegado episcopal de cofradías, Armando Cester, elevó una oración dirigida al millar de espectadores de la exaltación y también a los más de 600 niños participantes.


La novedad de este año fue la reaparición de las trompetas heráldicas del Silencio, que tocaron entre marcha y marcha. Esta hermandad solo toca instrumentos de viento, no tiene tambores ni bombos entre sus filas. Eran habituales en los concursos y exaltaciones hasta que, por falta de miembros, dejaron de tocar. Este año, tanto en el infantil como en el de adultos, han podido volver a interpretar los toques de silencio.Con los nervios bajo control


A golpe de bombo y tambor salieron los benjamines cofrades, acompañados de aplausos y vítores. Cada cofradía defendió a su cantera como la que más, con globos o pompones de los colores de la hermandad, por ejemplo. Y a pie de pista, discretos, los miembros más mayores guiaban a los chicos y les animaban.


La altura ayer no importaba. Aquellos que apenas levantaban un metro del suelo golpeaban los parches con seriedad, sin perder el ritmo. Pese a su corta edad, había muchachos con años de trayectoria. Alejandro Centro, de 10 años, salió ayer con un bombo colgado y con las vestiduras de La Verónica, cofradía en la que empezó a los dos años. "Me gusta mucho tocar y me divierto, llevo ya ocho años". Iba acompañado de Hugo Hernández, de su misma edad, pero él toca el tambor y lleva seis años de práctica.


También había pequeñas, como Jara, de 3 años y de la cofradía de los Nazarenos, que se atrevieron con el tambor. Con los nervios pasados, los chiquillos se sentaron con sus compañeros, agrupados, esperando el premio a su intervención, que no podía ser otro que chucherías.


Una vez que las 18 hermandades presentaron su talento y su relevo generacional, el Piquete de Honor se encargó de dar cierre a esta edición infantil, después de más de dos horas de pasión por la Semana Santa. Además, a cada hermandad se le entregó un pequeño recuerdo de esta decimosegunda exaltación, en la que los jóvenes representaron la "tradición y la continuidad" de las cofradías y sus costumbres, como apuntó Simón.Exaltación y concurso de adultos


Hoy, como colofón del fin de semana que da pie a la Cuaresma de este año, se celebra el XL Concurso y Exaltación de los Instrumentos de Semana Santa, en el que esta vez son los adultos los que muestran las marchas y toques de sus respectivas hermandades. Este acto se considera el preámbulo de la Cuaresma y comenzó a celebrarse en 1973.


En esta cita, que tendrá lugar en el pabellón Príncipe Felipe a las 10.00, un total de 27 cofradías participarán tanto en el concurso como en la modalidad de exaltación. Este evento reúne cofrades de Zaragoza y de otras localidades como Utebo, Zuera o Tarazona, e incluso de fuera de la comunidad aragonesa. La organización de la edición de este año también corre a cargo de la Hermandad de Cristo Despojado.


Durante más de cuatro horas, los cofrades mostrarán el fruto de su esfuerzo y sus ensayos, que ya empezaron hace varios meses y continuarán durante estos días a la espera de que llegue el Viernes de Dolores y con él, la Semana Santa.