La Cámara de Cuentas reconoce que la Universidad estuvo mal financiada

Afirma en su informe de 2013 que "hubo un defecto" en la subvención básica. El estudio ve deficiencias en la contabilidad de investigación.

Antes de la tormenta. Esta imagen corresponde al año 2013, antes de unas jornadas a las que asistieron la entonces presidenta de la Comunidad, Luisa Fernanda Rudi, y el rector Manuel López. El desencuentro en cuanto a la financiación ya era patente y la i
Antes de la tormenta. Esta imagen corresponde al año 2013, antes de unas jornadas a las que asistieron la entonces presidenta de la Comunidad, Luisa Fernanda Rudi, y el rector Manuel López. El desencuentro en cuanto a la financiación ya era patente y la i
Oliver Duch

El Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza enterraron hace unas semanas el hacha de guerra en materia económica con un acuerdo que permitirá a la institución aumentar su financiación de manera progresiva hasta 2020. Era el cierre de un desencuentro que hizo que la UZ llevara a los tribunales al Ejecutivo autonómico, al que exigía 51,5 millones en concepto de retrasos, según lo pactado en 2011. Las sucesivas quejas de la universidad y su decisión de judicializar el conflicto provocó toda clase de reacciones, pero la Cámara de Cuentas viene a avalar lo que en su día dijo el rector, Manuel López: la institución académica estuvo mal financiada.


Lo dice textualmente en su informe de fiscalización de la gestión de la UZ de 2013, que reza: "sobre el acuerdo de financiación para el periodo 2012-2016, firmado el 23 de marzo de 2011, la Cámara de Cuentas concluye que en todos los ejercicios ha habido un defecto de financiación por el concepto de financiación básica".


Según el detallado informe del órgano fiscalizador, que tiene 167 páginas y analiza toda clase de variables, entre 2012 y 2015, la Universidad dejó de percibir casi 48 millones de euros (8,7 en 2012, 13 en 2013, 14,7 en 2014 y 11,5 en 2015).


A pesar de estos datos, el estudio también muestra que el Gobierno de Aragón es la principal fuente de financiación de la Universidad, ya que supuso en 2013 un 59% de sus ingresos, a mucha distancia del segundo concepto por el que más recauda: la matrícula de los alumnos. Además, de este dinero aportado por la administración, casi todo, el 88%, va dirigido a la financiación básica, y el resto se reparte entre subvenciones vinculadas a objetivos, proyectos de investigación, planes de inversiones e infraestructuras.


Aunque la Cámara de Cuentas reconozca que la Universidad tenía razón en sus quejas sobre financiación, el informe sí le da un tirón de orejas en otros conceptos de su gestión. El dosier señala que, en general, la UZ rindió "respetando las normas en cuanto a plazo, estructura y contenido", pero aprecia irregularidades en algunos de sus campos. Por ejemplo, critica la forma de contabilización de los gastos e ingresos asociados a la investigación e incorrecciones también en la que se refiere al complemento de jubilación del personal docente e investigador. También le achaca que su resultado presupuestario y el remanente de tesorería están sobrevalorados.


La Universidad no quiso hacer comentarios sobre la financiación gubernamental y se limitó a agradecer el trabajo de la Cámara de Cuentas, recordando que siempre toma como referencia sus recomendaciones a la hora de llevar a cabo su contabilidad. También agradeció que los resultados de este informe mejoren los de otros años y valoró que las críticas sean todas referidas a "cuestiones menores y de naturaleza contable".

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