La BRIF ya ha iniciado los tres días de huelga para reclamar reconocimiento laboral

Los trabajadores no ven justos los servicios mínimos del 60% de los brigadistas.

Trabajadores de la BRIF de Lubia en el helicóptero, en una imagen de archivo.
Trabajadores de la BRIF de Lubia en el helicóptero, en una imagen de archivo.
Mariano Castejón

Unos 550 miembros de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) de todo el país, casi 60 de la base de Lubia, han iniciado una huelga, que se prolongará hasta el viernes, para reclamar mejoras laborales. Sin embargo, la representación de los trabajadores ya califica de abusivos los servicios mínimos fijados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Según la comunicación ministerial remitida ayer, se han establecido en el 60% para los brigadistas y en el 100% para técnicos y emisoristas. Eso supondrá que el seguimiento se limite enormemente, lo que desató un tremendo malestar entre los sindicatos y la agrupación nacional de trabajadores (AT-BRIF), que ya avanzaron ayer que denunciarán la resolución.


La plantilla ya advirtió a finales de junio que emprendería una nueva fase de movilizaciones este verano, en plena campaña de extinción, basada en la huelga, si Tragsa, la empresa pública de la que dependen, no satisfacía las reivindicaciones que enérgicamente demandan desde hace más de un año y para las cuales han desarrollado numerosas acciones de diversa índole como encierros, manifestaciones, mesas informativas y reuniones con representantes políticos de todos los niveles (local, provincial, autonómico, estatal e incluso europeo).


Los trabajadores, al no haber recibido en este tiempo el compromiso firmado por parte de la empresa que satisfaga sus necesidades, se ven "obligados a ir a la huelga" entre hoy y el viernes, que tendrá su continuación a partir del día 27 de manera indefinida.


El colectivo asegura que tras las últimas reuniones vislumbra "un acercamiento" por parte de la firma estatal, "pues parece que comprenden nuestra reivindicación pero de momento no ponen medios para que cambie la situación". La AT-BRIF lamenta que pese al cambio detectado en la voluntad de la empresa, sus tres puntales de negociación se encuentran bloqueados, lo que, agrega, ha imposibilitado que se desconvocara la huelga.


La primera de ellas es la categoría profesional. "Sigue siendo algo que para ellos debemos luchar en otros frentes", afea la AT-BRIF. Según la agrupación, los responsables de la empresa transmiten que "nos aportarán toda su ayuda siempre que esté en su mano" si bien sin un compromiso directo. Los empleados insisten en que Tragsa tiene en su mano cumplir esta reivindicación "pero una vía mucha más cercana". ¿Cuál? "La inclusión de dicha categoría en el convenio bajo el que nos regimos", exponen.


La segunda gran reivindicación es la búsqueda de una segunda actividad de manera eventual para dar salida a los trabajadores de mayor edad que arrastran molestias por un trabajo que requiere un gran esfuerzo y preparación física. En este sentido, las posturas entre la representación laboral y la empresa están muy distanciadas.


En materia económica, indica la AT-BRIF, "saben que nuestra propuesta tiene sentido y es necesaria una mejora, pero bien es verdad que las posturas todavía son muy divergentes", sin que se hayan producido aproximaciones. Los brigadistas lamentan que su salario, que ronda los 900 euros al mes, no se adecúa al riesgo que sufren y a la preparación que requieren para enfrentarse a situaciones de peligro. A ello se añade un complemento de 3,74 euros diarios que incluye peligrosidad, toxicidad y disponibilidad y que consideran insuficiente.

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