El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, ha señalado que el proyecto piloto de hospitalización domiciliaria, que se puso en marcha en marzo de 2015 en el Hospital Royo Villanova de Zaragoza y Hospital de Alcañiz (Teruel) y sigue vigente en la actualidad, ha resultado una experiencia que "sale bastante cara".

Celaya se ha pronunciado así en respuesta a una interpelación de la diputada del Partido Aragonés, Berta Zapater, en el pleno de las Cortes autonómicas, donde el consejero ha precisado que según datos de 2016, la estancia media en hospitalización domiciliaria ha sido de 6,5 días más que la de los ingresos hospitalarios y cada médico ha atendido de media tres pacientes por jornada y uno las enfermeras.

Además, ha comentado para poner en marcha este proyecto piloto se crearon tres puestos de medicina interna en el Royo Villanova, ocho de enfermería y se compraron tres vehículos, mientras que en Alcañiz se dotó de tres puestos de médico especialista, seis de enfermería y otros tres vehículos.

El titular de Sanidad ha detallado que en 2016, en Alcañiz, se han beneficiado de este servicio 414 pacientes, algo más de un paciente por día, que han tenido una estancia media de 8,5 jornadas, y el Royo Villanova ha registrado 392 ingresos y 8,7 días de estancia media. Asimismo, en el caso del primer centro, las técnicas practicadas podrían ser efectuadas en un 72 por ciento por médicos de familia.

Respecto al perfil del paciente, Celaya ha apuntado que, en general, son enfermos crónicos que se han descompensado y su inclusión en la hospitalización domiciliaria ha partido de medicina interna y, en algún caso, de Cirugía. El consejero ha aclarado que para poder participar en el programa se debe vivir a menos de 40 minutos de un hospital.

Ante estos datos, Celaya ha estimado que es mejor potenciar la asistencia domiciliaria a través de la atención primaria, ya que está presente en todo el territorio y sus profesionales "conocen a los pacientes" y pueden prestar la mayoría de las atenciones que estos requieren.

Estrategia

El consejero ha manifestado que la mayoría de los pacientes que ingresan en un hospital son personas que "reingresan varias veces al año" y por eso se ha diseñado una estrategia de atención a crónicos, de los que hay unos 15.000 en Aragón, con el objetivo de "tenerlos bien controlados", mediante visitas de enfermería en el domicilio, junto a un trabajador social y que se ponen en contacto con el hospital sin pasar por Urgencias si es preciso un ingreso.

El consejero ha explicado que "estamos acabando el programa informático que va a permitir tener a los enfermos localizados" y la comunicación entre los diferentes profesionales sanitarios se va a realizar a través de la telemedicina. Además, estos pacientes podrán acceder a consultas externas de alta resolución, unidades de corta estancia y hospitales de día y así "evitar las estancias evitables", ha dicho Celaya.

Esta estrategia de atención a pacientes crónicos "se va a extender de forma progresiva a todo el territorio de Aragón" y es "coherente con nuestras características como sistema de salud", ha expuesto el consejero, para indicar que en Barbastro ya funciona una unidad de hospitalización con estancias de hospital de día hasta las 20 horas.

La diputada del PAR Berta Zapater ha aclarado que una cama de hospitalización domiciliaria tiene un coste entre tres y cinco veces menor que la de un hospital y ha comentado que si bien hay una amplia red de atención primaria, "hablamos de un nivel más" desde el punto de vista asistencial y de "humanizar la sanidad", para esgrimir que "puede dar mucho de sí" en cuanto a número de pacientes la exigencia de estar como máximo a 40 minutos un hospital, aunque también se requiere que haya un cuidador principal.

La parlamentaria ha defendido la premisa de "intentar acercar al máximo los servicios al territorio" y ha querido conocer si el Gobierno posee un estudio de la efectividad de la experiencia piloto, "si ha hecho algo para extenderla" y cuál es la intención del Ejecutivo en esta cuestión, que "puede reducir en un 55 por ciento las visitas de pacientes crónicos a las urgencias hospitalarias y el 15 por ciento los ingresos".