ITALIA

Un tribunal de tres mujeres

D'Elia (i), Turri (c) y De Cristofaro, ayer en Milán.
Un tribunal de tres mujeres
D. DAL ZENNARO/EFE

El proceso contra Berlusconi por el caso Ruby, tras la gran movilización del domingo de un millón de mujeres en defensa de la dignidad femenina, será un reverso irónico del escándalo. Una especie de venganza del destino. El primer ministro también se verá rodeado de mujeres en el juicio, pero será muy distinto de sus fiestas.


Tres mujeres componen el tribunal que le procesará a partir del 6 de abril, Carmen d'Elia, Orsolina de Cristofaro y Giulia Turri. También ha sido una mujer, Cristina di Censo, la magistrada que ordenó la apertura del juicio. Y otras tres mujeres forman el tribunal del caso Mills, otro de los juicios del mandatario que se abrirán en breve.


Uno de los abogados de Berlusconi, Piero Longo, siguió el estilo de su cliente con un comentario al conocer la composición del tribunal: «Perfecto, las señoras son siempre de agradecer, a veces incluso agradables». No obstante, otro de los letrados que han asistido a 'Il Cavaliere' en el pasado, Gaetano Pecorella, se lo tomó peor: «En un juicio así es lo peor que se podría pensar, no creo que sea una ventaja, es más, creo que el principio de paridad debería ser respetado de algún modo también en los tribunales».


La prensa ya destripaba el martes las biografías de las tres magistradas, como es de suponer que hará la defensa de Berlusconi en busca de posibles prejuicios contra él que las invaliden. No es el caso de Di Censo, que abrió el proceso. Absolvió en 1999 a un amigo íntimo del magnate, el cura Luigi Verzé, de prestar cuidados médicos sin permiso. También rechazó el año pasado un polémico recurso contra las listas de su partido en Lombardía y fue quien mandó a un centro psiquiátrico al hombre que le lanzó una estatuilla en 2009.


De las tres mujeres del tribunal, solo una, D'Elia se ha cruzado ya con Berlusconi en el proceso SME, con una condena a su abogado, Cesare Previti, por comprar jueces. Pero también es una mujer la fiscal que lleva el caso Ruby, Ilda Boccassini, denominada la Roja no solo por el color de su pelo. Formada con el juez Falcone y luego miembro del grupo de magistrados de Manos Limpias, ha sido la histórica pesadilla de Berlusconi en otras causas del pasado.


Incluso una de las posibles fuentes de problemas para el primer ministro será otra mujer, su amiga Nicole Minetti, imputada por favorecer la prostitución, que en contra de la línea de defensa del primer ministro sí ha querido prestar declaración y acudirá al juicio. Su abogada, otra mujer, es Daria Pesce, que el martes criticó la postura del magnate, al pedirle que vaya a explicarse y advirtió que podrían «entrar en conflicto si no se adecuase» a su línea defensiva.