ATENTADO

Un suicida causa 40 muertos en una boda en Afganistán

Cameron visita por sorpresa el país, que es la "prioridad número uno" del Reino Unido.

Cuarenta personas murieron y otras 74 sufrieron heridas en un ataque suicida perpetrado durante una boda en la provincia de Kandahar (sur de Afganistán) y atribuido por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) a los talibanes, quienes, sin embargo, se desligaron del ataque.


El suceso ocurrió el miércoles en la localidad de Nangahaan, y según el Ministerio afgano del Interior causó la muerte de 40 personas y heridas a otras 74, entre ellas varios niños, dijo una fuente policial. "Ha sido un ataque suicida en la fiesta de una boda. Cuando la gente estaba cenando (el suicida) se hizo estallar y causó esta catástrofe. Hemos enviado un equipo para investigar los hechos", aclaró el portavoz afgano del Interior, Zemarai Bashary.


En el lugar del ataque, un testigo dijo haber visto un coche que estalló en el recinto, donde, según la agencia afgana AIP, iba a casarse el hijo del jefe de una compañía de seguridad que presta servicio a los convoyes logísticos de las tropas extranjeras.


Varias de las víctimas están en estado crítico, reveló un doctor del hospital de Mirwais, en Kandahar, quien además añadió que la mayoría de los afectados son varones porque la explosión ocurrió en un área reservada para hombres.


La ISAF afirmó en un comunicado que sus fuerzas prestaron ayuda a los heridos, y que el ataque es una prueba de "las tácticas nauseabundas e indiscriminadas de los talibanes". Sin embargo, un portavoz de la milicia insurgente negó que sus fuerzas tuvieran nada que ver con el ataque. "No fue un ataque suicida y no estamos implicados. Lo condenamos. Fue un bombardeo aéreo de las tropas extranjeras", mantuvo el portavoz talibán Mohammed Yousif Ahmadi.


Por otra parte, el primer ministro británico, David Cameron, afirmó ayer que Afganistán es su "prioridad número uno", en una visita sorpresa al país, en la que se reunió con el presidente Hamid Karzai. En una rueda de prensa conjunta, Cameron, en su primera visita desde su elección en mayo, anunció que su Gobierno destinará 67 millones de libras (81 millones de euros) más para proteger a las tropas británicas de las bombas de carretera. También se invertirá para formar al Ejército, la Policía y el servicio público afganos, indicó.


Afganistán es el "asunto de política exterior" y de "seguridad nacional" más importante para el Gobierno del Reino Unido, insistió Cameron, quien ya recibió a Karzai el mes pasado en Londres.


La visita del primer ministro tiene el objetivo de evaluar la situación, y no se esperan a corto plazo cambios significativos de la política británica. De hecho, Cameron puntualizó ayer que la idea de enviar más soldados al frente "no está ni remotamente en la agenda".