Un iluminado boliviano secuestra un avión mexicano por "mandato divino"

Fuerzas mexicanas rescatan el avión
Un iluminado boliviano secuestra un avión mexicano por "mandato divino"
AFP

El boliviano Josmar Flores Pereira, que se identificó como pastor religioso y que tiene un pasado de drogas y cárcel, trajo el pánico a México al secuestrar un avión por "una revelación divina" con la amenaza de hacerlo explotar en pleno vuelo si no hablaba con el presidente Felipe Calderón.


En un incidente digno de película de Hollywood que mantuvo en vilo al país durante varias horas y tuvo un final tan impredecible como rocambolesco, Flores amenazó a la tripulación del vuelo 574 de la compañía Aeroméxico, que cubría la ruta entre el balneario caribeño de Cancún y la capital mexicana, con hacer estallar una bomba que resultó ser falsa.


Tras detener al secuestrador, ya en tierra, el secretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna, explicó en una rueda de prensa que el incidente se produjo una hora después de haber despegado de Cancún el vuelo 574.


Gracias a la actuación de la tripulación del avión, que logró mantener la calma, y de la torre de control, con la que coordinaron las acciones a tomar, los 104 pasajeros de nacionalidades mexicana, francesa y estadounidense que viajaban en el avión, un Boeing 747, apenas tuvieron conciencia de lo que pasaba mientras volaban.


Aterrizaron de forma aparentemente normal en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, donde el piloto les alertó por el sistema de radio interno de que se estaba dando una "situación de negociación que escapaba de la aerolínea" y pidió que niños y mujeres se trasladaran a la cola del aparato, según los testigos.


García Luna indicó que este grupo fue el primero en salir de la nave, seguido del resto de los pasajeros y de Flores, que logró ser reducido tras descender por la escalinata.


Inmediatamente después, efectivos de las fuerzas especiales mexicanas entraron al avión para sacar de él a más de media docena de hombres que fueron conducidos esposados a un lugar de la terminal, en donde fueron interrogados ya que existía la posibilidad de que estuvieran vinculados al secuestrador, lo que no sucedió.


Uno de ellos es el diputado Hernán Villatoro, del Partido del Trabajo por el estado de Quintana Roo, del que Cancún es capital.


"Fueron momentos muy difíciles, de mucha impresión, de mucho susto", indicó al salir de la aeronave a la cadena Televisa Rocío García, una pasajera.


Flores Pereira, según la información proporcionada por García Luna, nació en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) el 21 de mayo de 1965, estuvo recluido en el penal de esa ciudad por un delito de asalto a mano armada, llegó a México hace 17 años y es adicto a las drogas y el alcohol.


El detenido, que vivía en Oaxaca (sureste de México), salió hace cinco días hacia Cancún para participar en una actividad religiosa. Se identificó como pastor religioso y dijo que tuvo "una revelación divina que le condujo a esa acción", explicó García Luna.


Como este miércoles era día 9, del mes 9, del año 2009, cifras que leídas al revés pueden leerse 6, 6, 6 (número del diablo según algunas supersticiones), pronosticó que un fuerte terremoto iba a sacudir a México.

Para prevenirlo provocó el incidente en pleno vuelo. De esta forma esperaba poder ser recibido por Calderón y explicarle que se avecinaba la tragedia. También pidió que el piloto diera siete vueltas antes de aterrizar por motivos desconocidos.


Flores tiene una página web en la que vende DVD y donde se declara "un evangelista internacional, con un testimonio impactante de cómo Dios lo rescató" de la cocaína y el alcohol.


Al ser presentado a la prensa, el boliviano sonrió nervioso a los periodistas, mientras mascaba sin cesar chicle en la boca.


Luego relató sus intenciones en una casi ininteligible perorata en la que usó la palabra Jesucristo y se refirió al águila y la serpiente del escudo mexicano como símbolos de la revelación que le hizo cometer el secuestro.