AFGANISTÁN

Un insurgente sigue atrincherado en Kandahar

Un grupo de talibanes atacaron varias comisarías, una oficina de los servicios de inteligencia afganos, dos escuelas, inmuebles administrativos y la sede del máximo representante político local.

La policía se defiende de los ataques de los insurgentes
Un grupo de insurgentes sigue atrincherado en un edificio de Kandahar
AFP PHOTO

Un solo insurgente permanecía esta noche atrincherado en un hotel de Kandahar, después de que las fuerzas de seguridad mataran al penúltimo miembro del comando talibán que lanzó un ataque múltiple que ha dejado al menos 26 muertos en esta conflictiva ciudad meridional afgana.


En un comunicado, la oficina del gobernador provincial explicó que en el hotel queda un solo atacante que «está luchando contra las fuerzas de seguridad afganas», mientras que el segundo fue abatido en las últimas horas.


Según otras fuentes oficiales consultadas, durante la jornada de hoy los insurgentes lanzaron granadas y ráfagas de disparos contra la Policía y otros cuerpos de seguridad, que han desactivado un total de once vehículos cargados de explosivos.


Previamente, el portavoz del Ministerio afgano del Interior, Zemarai Bashari, había explicado en una rueda de prensa en Kabul que un número indeterminado de insurgentes se encontraba en un hotel, desde el cual estaban atacando la oficina del gobernador de Kandahar.


Este es el único punto de la ciudad donde hoy quedaban atacantes, después de que ayer varios comandos talibanes lanzaran un asalto múltiple en Kandahar contra una serie de edificios oficiales, dijo Bashari.


Una treintena de insurgentes -incluidos 8 suicidas- atacaron varias comisarías, una oficina de los servicios de inteligencia afganos, dos escuelas, inmuebles administrativos y la sede del máximo representante político local.


De acuerdo con esta versión, 23 integristas murieron ayer -otro falleció hoy- tiroteados por las fuerzas de seguridad o tras detonar las cargas explosivas que portaban adheridas a sus cuerpos, mientras que cuatro más fueron arrestados.


En el ataque -según Bashari- fallecieron dos policías y otras 29 personas resultaron heridas, incluidos quince civiles y doce agentes.


La ofensiva llega poco después de que el movimiento talibán anunciase que la muerte del líder de la red Al Qaeda, Osama bin Laden, «dará un nuevo impulso» a su lucha.


Estas advertencias se suman al anuncio hecho la semana pasada del lanzamiento de una ofensiva contra las fuerzas de la OTAN y gubernamentales afganas con motivo del comienzo de la estación primaveral, cuando tradicionalmente se recrudecen los combates.


Kandahar, una provincia en la que la OTAN lanzó una gran operación militar en 2010, está considerada el centro espiritual del movimiento talibán afgano y es escenario habitual de incidentes de violencia.


Entre los más recientes están la fuga el 25 de abril por un túnel de 500 presos de la sección política de la prisión de la capital provincial, la mayoría de ellos talibanes, y el asesinato del jefe de la Policía regional en un atentado suicida diez días antes.


En otro incidente, al menos cuatro policías murieron en una emboscada llevada a cabo por varios insurgentes en la provincia central afgana de Ghazni, según informó una fuente oficial.