TERRORISMO INTERNACIONAL

Un atentado con una bicicleta bomba mata a siete civiles en Afganistán

El presidente afgano asume unilateralmente el control de la Comisión Electoral de Quejas y podrá nombrar a los miembros que la componen, lo que causa malestar en los diplomáticos.

Estado en el que quedó uno de los coches alcanzados ayer por la explosión de una bomba.
Un atentado con una bicicleta bomba mata a siete civiles en Afganistán
STR/EFE

Al menos siete civiles murieron ayer y 14 personas resultaron heridas después de que un artefacto colocado en una bicicleta estallara en la provincia afgana meridional de Helmand, informó una fuente oficial.

El portavoz del gobernador provincial, Daud Ahmadi, explicó que el ataque se registró en una zona concurrida en la ciudad de Lashkar Gah, capital de Helmand.


De acuerdo con esta versión, la zona del ataque no estaba frecuentada por funcionarios públicos ni había presencia de soldados afganos o internacionales en el momento de la explosión.


El jefe de la Policía de Helmand, Asadullah Sherzad, citado por la agencia AIP, aseguró que esta tuvo lugar cerca de una parada de autobús desde donde parten convoyes hacia la provincia vecina de Kandahar.


Sherzad también precisó que cerca de la zona atacada se encuentra el cuartel general de la Policía de Tráfico, aunque el edificio no resultó dañado como consecuencia del estallido.


En la actualidad, las tropas de la OTAN, apoyadas por el Ejército afgano, desarrollan una gran ofensiva en el distrito helmandí de Nad Ali, con el objetivo desalojar a los talibanes de sus bastiones principales en la zona. El epicentro de la Operación Moshtarak (que significa 'juntos' en dari) es el núcleo urbano de Marjah, donde viven unas 80.000 personas y que se encuentra situado a unos 20 kilómetros de Lashkar Gah.


Toma de poderes

Mientras tanto, el presidente afgano, Hamid Karzai, ha asumido unilateralmente el control del principal organismo electoral del país y podrá nombrar a todos los miembros que lo componen, una decisión que ha provocado cierto malestar entre los diplomáticos occidentales, según informan diferentes medios.


La Comisión Electoral de Quejas (ECC), que obligó a llevar a cabo una segunda ronda electoral después de que rechazara casi un millón de votos de la primera ronda de los comicios presidenciales, incluía previamente a tres expertos extranjeros nombrados por la ONU. Sin embargo, de acuerdo con un nuevo decreto presidencial publicado ayer, Karzai tendrá el poder exclusivo para nombrar a los cinco miembros del panel.


Su decisión de "afganizar" la comisión ha causado cierta impresión entre los diplomáticos occidentales, que temen que los comicios parlamentarios -previstos en seis meses- se verán dañados por una repetición del fraude cometido en los últimos comicios.


Un resultado así no solo destruirá la credibilidad del Parlamento, sino que también dañará los esfuerzos internacionales para terminar con los talibanes y construir cierta confianza entre la sociedad hacia el Gobierno afgano, recoge 'The Guardian'.

El presidente de la comisión, canadiense, y sus dos compañeros, también extranjeros, fueron claves a la hora de pedir una investigación sobre el fraude masivo durante los comicios.


Karzai nunca aceptó el veredicto de la ECC ni las acusaciones de fraude y, en vez de eso, culpó a los extranjeros de "difamar" el proceso electoral. El antiguo contendiente en la carrera presidencial Abdulá Abdulá afirmó que la presencia de comisarios extranjeros el año pasado fue la única cosa que impidió que el país cayera en un "caos absoluto".


Abdulá declaró al diario que esta medida tomada por el dirigente afgano supone "un paso hacia atrás y tiene que ser desafiada por el Parlamento y por la comunidad internacional". "Si nos quedamos con esta situación, podría dificultar seriamente los esfuerzos en el frente", aseguró.


Los diplomáticos occidentales amenazaron con retirar la financiación si la comisión no era revisada y su presidente -que ha sido muy criticado por tomar medidas que favorecen a Karzai- sustituido.