El presidente tunecino, Zine el Abidín Ben Alí, ha declarado que enmendará la actual Constitución en el sentido de autorizar la participación de los líderes de la oposición en los próximos comicios presidenciales previstos el año próximo.

La reforma de la ley electoral era solicitada por varias personalidades de la oposición, para suprimir las estrictas condiciones impuestas hasta ahora a las candidaturas presidenciales.

El artículo 40 de la Carta Magna, que será reformado, obliga a los candidatos a presentar el aval de al menos 30 diputados o alcaldes, lo que en razón de la actual composición del Parlamento representaba una barrera infranqueable.

En el discurso pronunciado con motivo del 52 aniversario de la independencia del país, Ben Alí indicó que, "con carácter excepcional", se procederá a la enmienda constitucional para permitir que participen en los próximos comicios presidenciales los dirigentes de cada partido, a condición de que lleven dos años en ese puesto.

Se trata, dijo, de ampliar la cantidad de candidaturas cuando no se pueda disponer del mínimo de diputados o presidentes de consejos municipales.

Otra de las reformas anunciadas por Ben Alí es la de la mayoría electoral, que pasará a los 18 años, lo que supondrá el derecho al voto, el próximo año, de más de medio millón de jóvenes.

El presidente tunecino ha reiterado que, aunque el código penal mantiene la pena capital, él no firmará ninguna condena a muerte "por respeto a la vida del ser humano".

El 21 de febrero pasado, Saber Ragubi, de 24 años, uno de los presuntos integristas a los que se acusó de haber participado a fines de 2006 en una tentativa de subversión, fue condenado a muerte por el tribunal de primera instancia de Túnez.

Ben Alí ha insistido también en que su línea de acción se determina por la defensa de la democracia, los derechos humanos y el pluralismo político, aspectos todos ellos que son objeto de crítica en los medios de la oposición.

"Queremos edificar un futuro mejor para todos, en el marco de una sociedad coherente y solidaria, profundamente anclada en su identidad... dentro del Estado de derecho y de un desarrollo solidario y duradero", ha señalado.

Tras rendir homenaje a su predecesor, el fallecido Habib Burguiba, y justificar su derrocamiento en noviembre de 1987 "para sustraer al país del estado de descomposición en que estaba", el presidente tunecino anunció que en julio próximo tendrá lugar el Congreso de la gubernamental Alianza Constitucional Democrática, que él mismo preside.