ALEMANIA

Terremoto en el SPD alemán

El jefe de la diplomacia alemana y vicecanciller federal señaló que asumirá interinamente la Presidencia del SPD hasta la celebración de un congreso extraordinario en el que propondrá a su correligionario Franz Müntefering para dirigir la formación política más antigua de Alemania.

Un seísmo político de intensidad desconocida y cuyos efectos pueden acabar con la frágil unidad del partido Socialdemócrata alemán (SPD) o hacerlo revivir como un glorioso ave fénix, azotó Werder una idílica localidad ubicada a orillas del lago Schwielow en las cercanías de Postdam, donde la cúpula del SPD se había dado cita para aprobar un documento de base para enfrentar las próximas elecciones nacionales que tienen lugar el 27 de septiembre de 2009.


Pero la reunión, en lugar de llevar la cordura y la unidad al viejo partido azotado desde hace meses por luchas fraticidas y de dotarlo de una eficaz herramienta electoral, se convirtió en el escenario de un extraordinario golpe político interno que acabó con la impopular gestión de Kurt Beck como presidente del SPD; coronó al ministro de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, como candidato oficial a la jefatura del gobierno y llevará de regreso a la dirección del partido a Franz Müntefering, quien había renunciado al cargo hace tres años.


En un desesperado intento para poner fin a la erosión política del SPD y acabar con una odiosa división interna, el ministro de Asuntos Exteriores y actual vice-canciller, Frank-Walter Steinmeier, aprovechó la reunión informal para poner fin a la larga y lenta agonía del partido con una estrategia de doble filo, que culminó con su coronación como candidato a la cancillería y, a la vez, acabó con la gestión de Beck como presidente del partido


Steinmeier, actualmente el político más popular del SPD, decidió aprovechar la reunión para buscar su nominación oficial y pública como candidato al cargo de canciller. En una bien orquestada campaña mediática, Steinmeier y sus aliados filtraron a la prensa una decisión que no había sido aprobada por la cúpula y que tampoco nadie esperaba.


La revista 'der Spiegel', bien informada sobre los planes del ministro, adelantó la nominación de Steinmeier y señaló que la designación había sido negociada entre el candidato y el presidente del SPD en los últimos días. La repercusión mediática que tuvo la primicia periodística indignó a los participantes en la reunión, que se enteraron de la designación de Steinmemeir a través de la prensa.


La designación


La tormenta política que azotó Werder a primeras horas de la mañana se convirtió en un peligroso terremoto cuando emisarios sin rostro dejaron saber que, en el marco de una pequeña reunión de crisis, a la que asistieron Beck. Steinmeier y otros dos vicepresidentes del partido, el presidente había presentado su renuncia al cargo.


Beck, que supuestamente debía anunciar la designación del candidato durante una rueda de prensa que fue programada para el mediodía, abandonó la zona por una puerta trasera sin hacer declaraciones a la prensa. Casi al instante, los emisarios sin rostro anunciaron que Steinmeier se haría cargo, en forma provisoria, de la dirección del partido y que el futuro presidente seria Franz Müntefering, uno de los lideres más carismáticos del SPD y que ya ocupó el cargo entre los años 2004 y 2005.


El desenlace del agitado encuentro en Werder llegó con casi cinco horas de retraso cuando el nuevo y flamante candidato a la jefatura del gobierno alemán compareció ante la prensa, acompañado por el secretario general del partido Hubertus Heil.


Sin aceptar preguntas de los periodistas, Steinmeier confirmó lo que todo el país ya sabía por intermedio de los rumores y de las agencias de prensa. Durante una breve alocución Steinmeier dijo, sin dar detalles de los motivos, que Kurt Beck había presentado su dimisión al cargo de presidente del SPD, comunicó su propia candidatura y añadió que propondría, en el marco de un congreso extraordinario, la candidatura de Franz Muntefering al cargo de jefe del partido.


"Es un duro día para el partido, pero también es un nuevo comienzo. El SPD necesita un nuevo comienzo con un nuevo centro y el fin de la lucha entre las distintas alas y personas", sentenció Steinmeier, en el día más importante de su vida política, que lo transformó en la nueva esperanza de su partido y en presidente interino del SPD.

Retórica

Como era de esperar, Steinmeier agradeció la gestión de Beck al frente del partido, pero cuando se refirió al desafío que le espera a Franz Müntefering, como nuevo jefe del partido, destacó que el político de 68 años era el único capaz de unir al SPD y dirigir con éxito la campaña electoral, una elegante retórica para destacar las virtudes del futuro presidente del partido y criticar, al mismo tiempo, la gestión de Beck.


Kurt Beck, que asumió la dirección del SPD en mayo de 2006 con la promesa de devolverle al viejo partido sus raíces de izquierda y de defensor de la justicia social, utilizó la tecnología moderna para justificar su decisión de renunciar al cargo. A través del correo electrónico, el ahora ex presidente dijo que era víctima de una intriga y que había renunciado al cargo, a causa de una interesada campaña periodística que difundió hechos falsos sobre las negociaciones que el mismo sostuvo con Steinmeier para ponerse de acuerdo con el anuncio de su candidatura.




"Decidí aceptar el cargo para ayudar a mi partido. Esto ahora ya no es posible y por eso he sacado las consecuencias", señala, en forma lacónica, Kurt Beck.


El arquitecto de la Agenda 2010


El SPD tiene un candidato a la cancillería, pero desde ayer una duda existencial invadió los pasillos de la central del partido más antiguo del país, Nadie sabe con exactitud si Frank Walter Steinmeier es el candidato idóneo y capaz de llevar la paz al interior del partido, a causa de su pasado y de un pecado que cometió hace cinco años.


El actual ministro de Asuntos Exteriores alemán de 52 años, trabajó durante 14 años a la sombra de Gerhard Schröder, primero en el gobierno regional de Baja Sajonia y finalmente en la cancillería, donde conoció a la perfección los entresijos del poder, una experiencia que le podrían ayudar para desempeñar su futuro cargo, si gana las elecciones.

Pero el flamante candidato socialdemócrata, que tendrá la titánica tarea de derrotar en las urnas a su actual jefa, la canciller Angela Merkel, fue el principal responsable junto con su jefe, el entonces canciller Schröder, de poner en marcha la famosa, polémica y odiada Agenda 2010, que terminó convirtiéndose en una tumba política para Schröder, pero que sigue dando frutos en el mercado laboral germano.


La Agenda 2010, devoró a tres presidentes del SPD, provocó la derrota electoral del partido en octubre de 2005 y todavía sigue provocando heridas en el viejo partido germano, donde el ala izquierda estaría dispuesta a hacer las paces con sus enemigos internos, si estos condenan al olvido la famosa Agenda.


Hace unos días, 60 diputados socialdemócratas y sindicalistas publicaron un manifiesto donde pedían a la dirección del partido que se alejara de forma inequívoca de la odiada Agenda. ¿Habrá un consenso en el interior del partido para apoyar sin condiciones la candidatura de Steinmeier?


Nadie lo sabe, pero la Agenda será el alfa y omega de la campaña del candidato., Steinmeier desea darle a su partido una orientación moderna, amigo de las reformas y de las grandes empresas germanas. AL mismo tiempo, el candidato tendrá que hacer frente a una experiencia inédita en su vida: por primera vez tendrá que luchar en la calle para obtener los votos necesarios que le pueden llevar de regreso a la cancillería, esta vez como jefe y no como ministro.


Cuando su jefe y amigo, Gerhard Schröder perdió las elecciones en octubre de 2005, la carrera de Steinmeier en Berlín parecía haber llegado a su fin. Pero Schröder, durante las negociaciones que dieron vida al gobierno de gran coalición, condicionó su retiro de la arena política, al nombramiento de Steinmeier como ministro de Asuntos Exteriores, una exigencia que cuatro después lo podría convertir en canciller de Alemania.