intento fallido de atentado

"¿Sois de la Policía de NY o del FBI? Os estaba esperando"

El pakistaní Shahzad cruzó la seguridad del aeropuerto y se sentó en el avión antes de ser detenido. EE. UU. refuerza los controles.

Dos agentes de la Policía de Nueva York patrullan en Times Square, ayer.
"¿Sois de la Policía de NY o del FBI? Os estaba esperando"
TIMOTHY A. CLARY/AFP

"Os estaba esperando", dijo calmadamente Faisal Shahzad cuando la Policía entró a detenerle en el avión. "¿Sois de la Policía de Nueva York o del FBI?". El autor del fallido coche bomba de Times Square debió ser el primer sorprendido de poder cruzar tranquilamente la seguridad del aeropuerto y sentarse en un avión a Dubai cuando sabía que la Policía lo andaba buscando. De ahí que Estados Unidos reforzara ayer su política de vuelo antiterrorista, en medio de una oleada de críticas.

Era la segunda vez en cinco meses que un sospechoso de terrorismo que estaba en la lista de No Volar del Gobierno se sentaba tranquilamente en un avión -el nigeriano del vuelo de Navidad a Detroit también estaba en la lista-. "Lo que quiera que fue mal, espero que se organicen y lo corrijan", declaró el congresista demócrata de Nueva York Charlie Rangel. "Lo bueno es que nadie resultó herido en ninguno de los casos, pero alguien tiene que dar respuestas y asegurarse de que esto no vuelve a pasar", añadió.

El nombre de Shahzad había sido añadido en las últimas horas, pero las aerolíneas solo están obligadas a actualizarla una vez al día. Las nuevas medidas impuestas ayer a raíz de este incidente obligarán a actualizar las listas en un máximo de dos horas a partir de la notificación del Gobierno. Shahzad pudo haberse escapado del país si no hubiera reservado su vuelo en el último minuto mientras conducía al aeropuerto y pagado en efectivo.

En esos momentos la Policía que le había vigilado durante todo el día le había perdido la pista y ni siquiera sabía que se dirigía al John Fidgerald Kennedy de Nueva York. Otro lapso motivo de críticas al que respondió el comisario de policía Ray Kelly. "Es normal perder temporalmente la pista de un sospechoso", aseguró. "Lo más importante es que no se dé cuenta de que está siendo vigilado".

Mientras los políticos se rasgaban las vestiduras por estos fallos de seguridad que hacen de su detención más un golpe de suerte que por la infalibilidad del sistema, el país se preguntaba qué motivos podía tener este ciudadano de bien para hacer algo así, al margen de ser pakistaní.

Shahzad había conquistado ese sueño en los 12 años que llevaba residiendo en EE. UU. Estudió informática en la Universidad de Bridgeport, hizo un máster, consiguió trabajo de asesor financiero en Wall Street, conoció al amor de su vida, se casó, tuvo dos hijos, se compró una casa en un barrio residencial y hace un año obtuvo la nacionalidad estadounidense. ¿Por qué decidió repentinamente darle una patada a todo?

No había luz roja que diera la alarma, salvo que no le gustaba Bush, estaba en contra de la guerra de Iraq y le habían embargado la casa. Su padre fue un alto cargo del Ejército pakistaní, la acomodada familia no tiene ningún vínculo conocido con los extremistas y hasta el grupo de talibanes pakistaníes que se atribuyó el atentado ahora dice no tener el gusto de conocerle.