EL RESCATE, EN DIRECTO

"No nos hemos despegado de la televisión"

Los chilenos afincados en Aragón siguen al detalle, a través de la televisión, el rescate de los mineros.

Histórica y emocionante. Así definen los chilenos afincados en Aragón la madrugada del miércoles, en la que los mineros atrapados en el yacimiento San José comenzaron a ser liberados de su encierro. "Mi mujer y yo nos emocionamos muchísimo. Tenemos el canal nacional de las noticias de allá y no pudimos despegarnos de la tele hasta las 5 de la mañana, cuando salió el primero de ellos", recordaba ayer Pablo Latas, chileno afincado en Zaragoza.


"Ver el abrazo de su hijo, después de haber tenido yo mismo que vivir un tiempo alejado de mi familia, me produjo una sensación muy fuerte", reconoció.


Asimismo, el cónsul de Chile en Aragón, Pedro Valdivia, insistió en el sentimiento de satisfacción y solidaridad de todos los ciudadanos de esta nacionalidad desplazados en Aragón, que son un millar aproximadamente. "Es una historia que ha dado la vuelta al mundo, pero no solo por el esfuerzo institucional, militar y tecnológico, que es notable, sino por el ejemplo de los mineros. Los primeros días pensarían que estaban condenados a muerte, pero mantuvieron la esperanza y fueron muy valientes", expresó Valdivia.


El apoyo de la comunidad chilena desplazada en Aragón hacia lo ocurrido en el yacimiento San José ya se dejó notar el martes, durante la Ofrenda de Flores. Representantes de este país llevaron 33 claveles a la Virgen del Pilar, uno por cada compatriota encerrado y desearon que, en pocas horas, los rescates fueran un éxito, tal y como está sucediendo.


Todos recibieron el calor de los aragoneses, que les hicieron llegar numerosas muestras de cariño durante el recorrido hacia el Pilar.


Nunca se había conseguido un rescate de estas características para tantos mineros y a semejante profundidad, lo que supone una esperanza para futuros accidentes.


Sentimiento agridulce


El sentimiento en Chile, no obstante, es agridulce. Marisol Castro ha residido 7 años en Zaragoza, pero ahora ha vuelto a su país y ve diferencias notables en cuanto a los derechos consolidados para los trabajadores. "Aquí la alegría por el rescate es inmensa, pero tenemos sentimientos encontrados. Tememos que toda la atención mediática desaparezca y no se haga nada por mejorar las condiciones de trabajo de estas personas", aseguró ayer. "En este sentido, el marco de derechos sociales de España estaba a años luz del que tenemos aquí", reconoció.