EL RETIRO

Sharm el Sheij, el idílico refugio de Mubarak

El ex presidente voló ayer al balneario donde tiene su residencia de vacaciones en Egipto, foco de atracción turística del Mar Rojo.

Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo, es una localidad turística egipcia de 35.000 habitantes en el extremo sur de la península del Sinaí, donde ayer se dirigió en helicóptero el ya ex presidente egipcio poco antes de anunciar su renuncia.

Con sus amplias instalaciones hoteleras y hermosos arrecifes de corales, este lugar atrae cada año a centenares de miles de turistas europeos, en vuelos chárter que aterrizan directamente en el balneario, donde Hosni Mubarak tiene una residencia de vacaciones.

Sharm el Sheij se hizo conocido a nivel mundial en 1967, cuando el entonces presidente egipcio Gamal Abdel Nasser bloqueó la carretera de Tiran y con ello el acceso de Israel al mar Rojo.

El bloqueo de esta estratégica ruta marina desembocó en la Guerra de los Seis Días y a la ocupación de la península de Sinaí por parte de Israel.

Un año más tarde, en 1968, los israelíes construyeron el asentamiento de Ofira en el peñasco de Ras Um Sidd. Tras el acuerdo de paz egipcio-israelí firmado en 1979, Sharm el Sheij fue devuelto a Egipto en 1982. Un año más tarde, Egipto creó un parque nacional en Ras Um Sidd.

El rápido desarrollo de los últimos quince años ha modificado por completo Sharm el Sheij.

Lo que en su momento fue una bahía solitaria y emplazada en un lugar romántico, muy apreciada por los pescadores por la riqueza de sus aguas, se ha convertido rápidamente en una moderna zona turística de lujo, apreciada por submarinistas y visitantes sedientos de sol.

El principal centro turístico es Naama Bay, donde hay numerosos hoteles y también escuelas de buceo.

En el parque Ras Um Sidd, a tres kilómetros del balneario, se han construido muchos hoteles exclusivos entre el paisaje de elevados peñascos y hermosos arrecifes de coral.

Atentados islamistas en 2005

En 2005 se produjeron en Sharm el Sheij y Naama Bay una serie de atentados explosivos a manos de extremistas islamistas, que costaron la vida a un total de 66 personas, entre ellas varios turistas extranjeros. A partir del comienzo de las protestas populares contra el régimen de Mubarak en enero salió del balneario la mayoría de los turistas.