Unas 105 manifestantes tibetanos se entregaron a la Policía china tras su participación en los disturbios de Lhasa, en los que, según autoridades del país, 13 civiles murieron.El vicepresidente del Gobierno regional, Baema Chilain, dijo que las personas que se entregaron a la Policía estuvieron "directamente involucradas en los destrozos, saqueos e incendios" que tuvieron lugar el viernes pasado, añadiendo que algunos de ellos han entregado el dinero que saquearon.

El Gobierno tibetano exhortó el sábado a los manifestantes que participaron en los disturbios del viernes a poner fin a las actividades delictivas y ofrecieron ser "indulgentes" si se retiraban a comienzos de esta semana, según informó la agencia de noticias Xinhua.

Las protestas comenzaron el lunes pasado cuando cientos de monjes protagonizaron una manifestación con motivo del 49 aniversario del alzamiento de 1949 contra Beijing aplastado por el Ejército chino y que provocó la salida al exilio del Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet.

Los disturbios continuaron durante toda la semana y según una investigación preliminar al menos 373 personas y 32 empresas fueron perjudicadas por los enfrentamientos. Las pérdidas superaban los 99,1 millones de yuanes (9 millones de euros).

Por su parte, el Gobierno en el exilio afirma que durante la semana pasada perdieron la vida 109 personas.

El Dalai Lama dimitirá si los tibetanos optan por la violencia

El Dalai Lama dimitirá como líder de los tibetanos si éstos "escogen la violencia" para resolver sus conflictos con las autoridades chinas, declaró un portavoz de su oficina en la ciudad norteña india de Dharamsala. "El Dalai Lama ha dicho que si los tibetanos escogen la violencia para enfrentarse a China no le quedará más remedio que presentar su renuncia", aseguró el portavoz Tenzin Taklha, contactado telefónicamente.

Por su parte, el Gobierno chino ha acusado al Dalai Lama y sus colaboradores de apoyar la revuelta que la semana pasada se cobró la vida de trece personas en Lhasa, la capital del Tíbet, según la versión oficial de Pekín.