Sarkozy reconoce "haber cometido errores" en su primer año como presidente

El jefe del Estado francés estimó tener "una parte de responsabilidad" frente al "desconcierto" de los franceses.

El presidente francés Nicolas Sarkozy admitió, "sin duda, haber cometido errores" durante su primer año en el cargo, pero dijo que las reformas planeadas siguen siendo necesarias.


Durante una entrevista televisada desde el palacio del Elíseo, Sarkozy explicó su balance del primer año de gobierno y sus proyectos para el futuro, cuando su gestión es criticada por tres de cada cuatro franceses.


Explicando esta situación de impopularidad inédita para un presidente desde hace 50 años, al cabo de doce meses de gobierno, el mandatario francés señaló que "sin duda no he explicado bastante, sin duda yo mismo he cometido errores".


El jefe del Estado francés estimó tener "una parte de responsabilidad" frente al "desconcierto" de los franceses que le fue resaltado. Sin embargo, pidió ser juzgado al terminar su periodo de cinco años, asegurando haber sido elegido para efectuar "los cambios que el país necesita". "Tenemos un contexto internacional difícil, razón de más para acelerar las reformas", explicó Sarkozy.


En su opinión, estas reformas son tanto más importantes que "la mundialización ha convertido al mundo en una aldea" y que "nadie tiene garantizado un lugar" en la competencia internacional.


Al cabo de un año de gobierno, el balance de Nicolas Sarkozy es ampliamente negativo: reformas cuestionadas, economía en receso, gobierno indisciplinado, politica extranjera caótica, estilo de vida criticado.


Incluso el primer ministro François Fillon, cuyas relaciones con el presidente aparecen cada vez más tensas, dejo traslucir su malestar deseando que esta emisión del jueves en la noche le proporcione una "hoja de ruta" y reoriente "las reformas que deben ser conducidas".


Según todos los analistas volver a ganar la confianza de los franceses es una tarea difícil pues la desilusión está en proporción a las esperanzas que había provocado al declarar que era el presidente de la ruptura.


Los sondeos publicados al cumplirse un año de la primera vuelta de la elección presidencial, el 21 de abril, son particularmente críticos para Sarkozy: 72% de los franceses están descontentos de su gestión y 79% estiman que la situación no ha mejorado.