Sarkozy quiere tratar los derechos de autor en internet

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció su intención de convocar una reunión del G20, cuya presidencia detenta actualmente Francia, para debatir sobre los derechos de autor en internet.

"Deseo (...) que antes del G20 en Cannes (el próximo noviembre) haya una cumbre de los países del G20 sobre la cuestión de los derechos de autor, porque intentamos avanzar juntos. No los unos contra los otros sino los unos con los otros", declaró el presidente francés en un discurso pronunciado ante representantes del mundo de la cultura y la enseñanza.

Sarkozy ya había anunciado su intención de congregar a "los grandes agentes de la sociedad virtual" de los países del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) en vísperas de la reunión de ese foro en Deauville, en el noroeste francés, los próximos 26 y 27 de mayo, recordó.

Dicha reunión fue uno de los temas que abordó Sarkozy la semana pasada en Washington con su homólogo estadounidense, Barack Obama. "Vamos a poner sobre la mesa una cuestión central, la del internet civilizado", aseguró el jefe del Estado francés, quien precisó que no se refiere a la Red "regulada" sino "civilizada".

Según el presidente galo, no se puede "consumir como nunca imágenes, música, autores, creación y no asegurar el respeto al derecho de la propiedad de aquel que ha puesto toda su emoción, su talento y toda su creatividad" para realizar esas obras, añadió. "Es un tema que es mucho más importante que el simple asunto económico, porque el día que no se remunere más la creación, se habrá matado la creación", aseguró.

El presidente galo también se refirió, sin nombrarla, a la controvertida ley Hadopi, diseñada para luchar contra la piratería en Francia y señaló que ha habido "muchos malentendidos" sobre un asunto "extremadamente difícil". Según la normativa actual, el incumplimiento sistemático de la ley en materia de descargas supondrá el corte temporal de la conexión al titular, si así lo deciden los tribunales.

El pirata, que tendrá que seguir pagando su conexión a Internet aunque no pueda utilizarlo y que no podrá cambiar de proveedor, podrá ser sancionado también con una multa de 1.500 euros.