VIOLENCIA EN IRAQ

Sangriento atentado terrorista en Bagdad

Unos 50 reclutas del Ejército fallecen en un ataque suicida semanas antes de la retirada de EE. UU. de Iraq.

Un iraquí recibe asistencia médica en un hospital tras resultar herido en el atentado de Bagdad.
Sangriento atentado terrorista en Bagdad
M. JALIL/EFE

Unos 50 reclutas del Ejército iraquí murieron ayer en un atentado contra un centro de alistamiento en Bagdad, en uno de los ataques más sangrientos de este año, dos semanas antes de que Estados Unidos complete la retirada de sus tropas de combate.

Según fuentes del Ministerio iraquí de Defensa, un terrorista suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo entre cientos de jóvenes que esperaban turno para alistarse en las Fuerzas Armadas, en el barrio de Bab al Muazam, en el centro de Bagdad.

El número de víctimas mortales causado por la explosión varía entre las 39 registradas por el Ministerio de Sanidad y las 48, según fuentes policiales y del Interior. Asimismo, la cifra de heridos, algunos de los cuales continúan en estado grave, fluctúa entre 57 y 129 personas.

El portavoz del centro de operaciones de Bagdad, el general Qasem Ata, reconoció que las medidas de seguridad en el centro de reclutamiento no eran suficientes. "Las medidas de seguridad adoptadas en comparación con el número de voluntarios que se habían presentado no eran suficientes", dijo Ata.

Este puntualizó que no se había tenido en cuenta la multitud de reclutas que iban a presentarse a las pruebas de ingreso y agregó que el lugar en el que habían sido convocados los aspirantes no era adecuado como "centro de voluntariado y de agrupación de ciudadanos".

Este es el atentado más sangriento ocurrido en Iraq desde el pasado 18 de julio, cuando 43 personas murieron y otras 40 resultaron heridas en un ataque contra miembros de las milicias progubernamentales Consejos de Salvación, en el pueblo de Al Balesem, al suroeste de Bagdad.

Asimismo, acentúa aún más las dudas sobre la capacidad del Ejército iraquí de mantener la seguridad en solitario, dos semanas antes de que EE. UU. complete la retirada de sus tropas de combate en el país árabe.

Recientemente, y en previsión de esta retirada, tras la que quedarán 50.000 soldados estadounidenses en Iraq con misiones de adiestramiento y protección, el Ministerio de Defensa iraquí lanzó una nueva convocatoria para reclutar jóvenes voluntarios.

Yumaa Al Atuani, miembro de la coalición Alianza Nacional Iraquí, la tercera mayor del país, insistió en que la situación de seguridad en el país no es estable, "estén o no las fuerzas estadounidenses". Al Atuani explicó en unas declaraciones a la prensa que el problema estriba en que el sistema de seguridad "sufre desequilibrios en diferentes aspectos como la incapacidad de los servicios de Inteligencia, el armamento, la fuerza y la disciplina".

Además, declaró que los grupos armados han demostrado su capacidad de atentar contra cualquier objetivo, atravesando incluso los cordones de seguridad.

Este aumento de la violencia, que causó un importante repunte del número de víctimas mortales en el mes de julio, cuando se registraron 535 muertos frente a los 284 de junio, es paralelo a la incertidumbre política debido a las disputas entre los principales grupos, que no se ponen de acuerdo para la formación de un nuevo gobierno.

El lunes, la coalición vencedora en las pasadas elecciones iraquíes del 7 de marzo, Al Iraqiya, anunció que había suspendido las negociaciones para formar el ejecutivo con la plataforma Estado de Derecho, del jefe del Gobierno saliente, Nuri al Maliki.

Reconciliación política

En este sentido, el vicepresidente iraquí suní, Tareq Al Hashimi, que recibió el lunes al representante de la Liga Árabe en Iraq, Nagui Shalgam, dijo que "la presencia de la Liga Árabe es fundamental para ayudar a los opositores en la reconciliación política".

Por su parte, Shalgam mostró la preocupación de la Liga Árabe por el deterioro de la situación en Iraq a causa del retraso en la formación del Gobierno y advirtió del peligro de que los iraquíes pierdan la paciencia.