El primer ministro británico, Gordon Brown, no asistirá la ceremonia de la apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, según ha confirmado Downing Street, que también informó que el mandatario estará presente en la clausura de los mismos. Ésto se debe a que será entonces cuando los chinos 'traspasen' la llama olímpica a Londres, ciudad que celebrará este acontecimiento deportivo dentro de cuatro años.

Esta decisión contradice las palabras que el propio Brown hacía el pasado 27 de marzo en rueda de prensa, en la que aseguraba que Reino Unido no boicotearía los Juegos. Pero finalmente la presión ha hecho que el primer ministro inglés haya cambiado de opinión, o al menos eso es lo que opina el líder de los demócratas liberales, Nick Clegg, quien, en declaraciones a la BBC,  señaló que la decisión tomada por su oponente político "en el último momento" es pura "obligación" ante "la opinión pública".

Se trata del segundo mandatario que boicotea la ceremonia de apertura de Pekín 2008, después de que el presidente francés Nicolas Sarkozy anunciara su ausencia en los Juegos como protesta por la vulneración que, a su juicio, lleva a cabo China contra los derechos humanos.