Reconciliación en casa de la heredera de L'Oréal

Françoise Bettencourt-Meyers acusó a su madre, de 88 años, de no disponer de sus plenas facultades y despilfarrar gran parte de su patrimonio dejándose influenciar por amigos y conocidos.

La disputa familiar en casa de la heredera de L'Oréal Liliane Bettencourt llegó a su fin: su hija no continuará su querella en los tribunales contra Bettencourt ni miembros de su entorno, según anunció ayer el abogado de Françoise Bettencourt-Meyers. "Liliane y Françoise se han reconciliado y han acordado acabar con sus disputas", dijo Olivier Metzner. "Después de tres años de litigios, ambas están felices de que la historia acabe con un final feliz", añadió.

Françoise Bettencourt-Meyers acusó a su madre, de 88 años, de no disponer de sus plenas facultades y despilfarrar gran parte de su patrimonio dejándose influenciar por amigos y conocidos. Solo al fotógrafo y artista François-Marie Banier le habría hecho regalos por valor de mil millones de euros.

La hija de la heredera intentó poner a su madre bajo tutela y acusó a Banier. Sin embargo, la mujer más rica de Europa acusó a su hija de practicar terrorismo psicológico contra ella. Se calcula que el patrimonio de Liliane Bettencourt asciende a unos 15.000 millones.