CUBA

Raúl Castro reduce los productos que ofrece la libreta de racionamiento que instauró Fidel

Se desconocen las razones, pero se apunta o bien a reformas estructurales o a una crítica falta de liquidez

El Gobierno que preside el general Raúl Castro está reduciendo con cuentagotas los productos de la libreta de racionamiento, uno de los símbolos de los años más difíciles del medio siglo que estuvo en el poder su hermano mayor y antecesor, Fidel, en medio de una grave recesión en Cuba.

 

En los últimos meses disminuyeron las raciones de alimentos que se entregan con precios subsidiados a los 11 millones de cubanos que quedan en la isla con la llamada oficialmente libreta de abastecimiento, a la que le auguran poco futuro incluso los medios informativos del país, todos oficiales.

 

Desde este mes, las patatas y los guisantes o chícharos han sido excluidos, sin aviso público ni explicaciones, como es habitual en el único país de América gobernado por un partido comunista, del que Fidel Castro sigue siendo primer secretario.

Ahora se pueden comprar esos víveres en el mercado libre, sin límite de cantidad, al doble del precio subsidiado, aunque todavía a tarifas que no son comparables con muchos países (la patata, a solo unos 10 centavos de dólar por kilo). Antes ya habían sido mermadas las cuotas de otros alimentos y de la sal, también sin previo aviso.

 

Los cubanos se han enterado de todo al llegar al respectivo almacén estatal con su libreta o, a veces, por medio de los Comités de Defensa de la Revolución de sus respectivos barrios, considerados los ojos y oídos del sistema.

 

Recientemente se eliminaron también los llamados "comedores obreros" de cuatro ministerios. Es un experimento para acabar con los 24.700 comedores que hay en toda la isla, que atienden a 3,5 millones de personas y le cuestan al Estado 350 millones de dólares (235 millones de euros) solo en arroz, cárnicos, granos y aceite, sin tener en cuenta otros alimentos, combustibles y demás, según las cuentas de medios oficiales.

 

Economistas, analistas y diplomáticos consultados divergen sobre la razón de tanto recorte: algunos lo atribuyen a las "reformas estructurales" que prometió en 2007 el general Castro, mientras otros lo creen resultado de la falta de liquidez crítica del Gobierno que preside.

 

La mayor de las Antillas vive una de sus recesiones más agudas de las últimas décadas, que redujo un 36% su comercio exterior de bienes en los nueve primeros meses de 2009, según reconoció esta semana el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

 

El Gobierno de La Habana ya mermó del 6% al 1,7% su meta de crecimiento para 2009, pero los economistas independientes dudan incluso de la última cifra.