CUBA

Raúl Castro defiende sus reformas y dice que Cuba no actuará por presión

Cuba retrasará la jubilación y llama a los maestros retirados a volver a las aulas.

Raúl Castro se presentó por primera vez como presidente ante el Parlamento cubano para defender las líneas económicas en que trabaja su Gobierno y asegurar que Cuba "jamás" adoptará una decisión como consecuencia "de la presión o el chantaje" externo.


"Aunque aquí nadie les ha pedido opinión, reitero que jamás adoptaremos una decisión, ¡ni la más mínima!, como resultado de la presión o el chantaje, venga de donde venga, de un poderoso país o de un continente entero", dijo Castro ante el plenario, vestido de guayabera blanca en lugar de su habitual uniforme de general.


Raúl Castro dijo que ante las medidas que ha ido aprobando su Gobierno desde que asumió la presidencia el pasado 24 de febrero, "enseguida algún funcionario del Gobierno de los Estados Unidos, desde un vocero hasta el Presidente" salió a calificarla de "insuficiente o cosmética". "Es iluso soñar que un pueblo que ha resistido actos terroristas, guerra económica y agresiones de todo tipo durante medio siglo, va a renunciar a conquistas fruto de enormes sacrificios solo para satisfacer a determinados círculos de poder de Estados Unidos", agregó.


Aunque el Parlamento aprobó una declaración condenando la directiva sobre retorno de inmigrantes ilegales de la Unión Europea, Castro no hizo ninguna mención al reciente levantamiento definitivo de las sanciones diplomáticas adoptadas por el bloque comunitario en 2003 tras las condenas a 75 disidentes.


Con el sillón en que habitualmente se sentaba su hermano, el ex presidente Fidel Castro, vacío, el jefe de Estado habló de salarios y del objetivo de su Gobierno de incrementarlos "de manera gradual y según prioridades".


Evitó precisar fechas y sectores, pues, según dijo, "no sería ético crear falsas expectativas" y señaló que "socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad de derechos, de oportunidades, no de ingresos".

"Igualdad no es igualitarismo", dijo, reafirmando la reciente aprobación de una resolución para que los salarios -que en Cuba de promedio son de 408 pesos (unos 17 dólares)- se calculen en función de lo producido y la calidad de los servicios y no de forma general.


Además, anunció la necesidad de "un adecuado sistema de impuestos y contribuciones". Insistió en la necesidad de "virarse para la tierra" y hacerla producir, al tiempo que anunció que se comenzará a entregar tierras ociosas en usufructo en "fecha próxima" a quien produzca, una de las medidas que el Gobierno ha adoptado como parte de su política para reanimar al decaído campo cubano.

"En fecha muy próxima, tan próxima que puede ser la próxima semana (...). Se puede decir, se aprobó ya anoche en una reunión conjunta del Buró Político (del Partido Comunista) con el Consejo de Estado -Ejecutivo- y otros invitados", anunció Castro.


También aseguró que la realidad actual impone reformas a la ley de Seguridad Social vigente para elevar la edad mínima de jubilación de 55 a 60 años, en el caso de las mujeres, y de 60 a 65, en el de los hombres, así como modificar el cálculo de las pensiones.


No hubo grandes anuncios ni novedades, pero el presidente lanzó un mensaje optimista: "Produciremos alimentos, preservaremos las principales conquistas de la revolución y seguiremos avanzando sin descuidad un minuto la defensa".


Antes de finalizar, Raúl Castro afirmó que había consultado con el líder cubano el texto del discurso y Fidel Castro le dijo: "está perfecto".