SEGURIDAD INTERNACIONAL

Rasmussen defiende la defensa antimisiles

La Alianza Atlántica tiene que continuar la disuasión atómica "en un mundo incierto", dijo el secretario general de la Alianza al abrir una reunión informal de dos días de los ministros de Exteriores de la organización que comenzará el debate sobre el futuro de la política de defensa nuclear de la OTAN.

La OTAN debería mantener una política de disuasión nuclear y crear un sistema común de defensa antimisiles, aseguró el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.


La Alianza Atlántica tiene que continuar la disuasión atómica "en un mundo incierto", dijo Rasmussen al abrir una reunión informal de dos días de los ministros de Exteriores de la organización que comenzará el debate sobre el futuro de la política de defensa nuclear de la OTAN.


El político danés recalcó que la disuasión es necesaria ante la "amenaza" de un ataque con misiles, motivo por el que también es partidario de que la OTAN se dote de un sistema propio de defensa antimisiles que proteja a todos sus miembros.


"Debemos mantener una capacidad nuclear mientras haya regímenes parias o grupos terroristas que puedan suponer una amenaza nuclear contra nosotros", afirmó Rasmussen poco antes durante una conferencia sobre la Alianza Atlántica en el siglo XXI.


La cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Alianza Atlántica que se celebrará en noviembre próximo en Lisboa debe decidir si se pone en marcha este proyecto de defensa antimisiles a partir del sistema que prepara Estados Unidos.


Esa cumbre también debe aprobar el nuevo concepto estratégico de la organización, una cuestión que los ministros continuarán discutiendo hoy.


Rasmussen avanzó que ese concepto estratégico debe mantener dos principios inherentes a la OTAN: la cooperación transatlántica y el compromiso de defensa mutua entre los miembros de la organización.


La reunión ministerial informal intentará también hoy reducir las diferencias internas sobre si conviene ya conceder a Bosnia-Herzegovina el Plan de Acción para la Adhesión (MAP), considerado el último paso antes del ingreso en la OTAN.


Varios países, entre ellos España, apoyan acordar ya la concesión del MAP a fin de respaldar el proceso de reformas internas de Bosnia e incluso poder tener cierta influencia en él.


Esta cita de la capital de Estonia concluirá mañana con una discusión sobre Afganistán, especialmente sobre cómo debe continuar el proceso de transición de responsabilidad de seguridad a las autoridades afganas en los distritos más tranquilos del país.


Los ministros debatirán "la próxima etapa del proceso de transición", para el que hay que definir las condiciones y modalidades", explicó Rasmussen en su apertura de la reunión ministerial.