COREA

Pyongyang acepta reunirse con Seúl pese a los lanzamientos de misiles

Los signos conciliadores favorecen un talante más dialogante para negociar el fin del programa nuclear norcoreano

Corea del Norte aceptó ayer negociar con Seúl asuntos bilaterales, a pesar de que ayer el régimen comunista probó cinco misiles de corto alcance en plenas negociaciones para que vuelva al diálogo multilateral sobre su programa nuclear.

 

Según el Ministerio de Unificación surcoreano, Pyongyang aceptó mantener hoy y el viernes las reuniones de trabajo propuestas por Seúl para prevenir riadas en la zona fronteriza y la oferta de la Cruz Roja surcoreana para proseguir con los encuentros de familias separadas. Ambas reuniones se celebrarán en la ciudad fronteriza de Kaesong (Corea del Norte) en un momento en el que los signos conciliadores entre las dos Coreas habían favorecido un talante más dialogante con vistas a las negociaciones para poner fin al programa nuclear norcoreano.

 

El nuevo gesto de acercamiento se produjo un día después de que el país comunista lanzara desde su costa oriental cinco misiles de tipo KN-02 con un alcance de 120 kilómetros, capaces de impactar en territorio surcoreano.

Las autoridades militares surcoreanas estimaron que los misiles podrían haber ampliado su alcance entre 130 y 160 kilómetros. Pyongyang también se estaría preparando para disparar más misiles de corto alcance desde su costa occidental, aunque como parte de su ejercicio militar para mejorar la capacidad de sus cohetes.

 

De una manera más conciliadora, Seúl indicó que el lanzamiento de misiles de Pyongyang no afectará a los encuentros bilaterales programados al no encontrar "aspectos nuevos" en estas últimas pruebas, que no suponen una escalada en sus pruebas militares. "Creemos que el tipo de misiles disparados son similares a los que Corea del Norte lanzó en anteriores ocasiones", aseguró el portavoz de Ministerio de Unificación surcoreano, Chun Hae-sung.

 

No obstante, fuentes gubernamentales consultadas por Yonhap no descartaron condenar el lanzamiento por suponer una violación de las resoluciones de la ONU.