Pruebas con precaución

Air France, KLM y Lufthansa han hecho este fin de semana operaciones sin pasajeros y sin daños para los aviones. Las compañías creen que la UE ha tomado "medidas exageradas" al cerrar el espacio aéreo.

. Los pilotos de la aerolínea holandesa de bandera KLM y los de la germana Lufthansa han abierto el debate: sus pruebas parecen demostrar que, a pesar de la nube de cenizas volcánicas proveniente de Islandia, se puede volar en Europa, con las debidas precauciones.

Air France, KLM y Lufthansa, no detectaron ayer daños en sus aviones después de realizar varios vuelos de prueba para comprobar el efecto de la nube de ceniza volcánica en sus aparatos. El ensayo de Air France-KLM fue realizado por un vuelo de París a Toulouse que concluyó "sin problemas" a la espera de nuevas pruebas. La aerolínea anunció que tiene intención de operar hoy siete vuelos de larga distancia desde los aeropuertos de Toulouse y Pau, si las condiciones así lo permiten.

La holandesa KLM dijo que un Boeing 737-800 voló sobre Holanda a una altura normal de 10.000 metros, a un máximo de 13.000 metros y a otros niveles, sin que se dañaran sus motores u otras partes del avión.

Con estas pruebas, los pilotos han puesto en entredicho las teorías más alarmistas de los expertos y también han cuestionado la necesidad de paralizar el tráfico aéreo en el norte de Europa. La medida de "cielos cerrados" debido a la nube de ceniza ha afectado a más de 100.000 pasajeros.

La prueba (sin pasajeros) realizada el sábado por un aparato Boeing 737-400 de KLM se efectuó a una altitud un poco más baja que la de "crucero", momento en el cual el avión queda estabilizado, normalmente fijada entre 10.000 y 11.000 metros. "Se hizo sobre el espacio aéreo holandés, entre unos 9.000 metros y 10.000 metros y no hubo ningún problema", aseguró ayer Peter Hartman, directivo de KLM, en declaraciones a la radio pública holandesa NOS.

También un avión Airbus-320 de la aerolínea germana de bandera Lufhtansa realizó esa prueba y tampoco se detectaron problemas: ni vibraciones anómalas del fuselaje, ni lecturas erróneas de los instrumentos, ni síntomas de combustión anómala en las turbinas.

Hartman fue mucho más allá en sus críticas: se atrevió abiertamente a calificar de "ridículas" las teorías sobre la "peligrosidad extrema" de la nube volcánica para la navegación aérea. "KLM-Air France ha mantenido contacto desde el pasado jueves con algunas de nuestras aerolíneas aliadas, como la estadounidense Delta Airlines, y ellos nos han dicho que las medidas que han tomado los europeos son totalmente ridículas, se están riendo de nosotros en nuestra cara", asegura. Además, según admitió el directivo de KLM, "la agencia espacial estadounidense NASA ha dicho que son totalmente exageradas las medidas de cierre del espacio aéreo europeo".

Ni 'kamikazes' ni el Barón Rojo

"El único riesgo para los motores de los aviones es volar al lado del volcán, justo pegados a él. Nuestros pilotos lo acaban de demostrar. Europa ha vuelto a caer en la trampa del alarmismo", dijo.

"Los pilotos de KLM no son ni 'kamikazes' ni tampoco ases de la aviación, como el Barón Rojo", explicó. "Todo esto ha sido una verdadera patraña", añadió.

Numerosos expertos habían especulado con que, debido a la ceniza volcánica en suspensión en la nube, situada a cerca de 10.000 metros sobre el cielo europeo, los reactores podrían pararse en seco si se atravesara la nube o que las sondas podrían "volverse locas" y dar datos erróneos.