CRISIS EN TÚNEZ

Primera noche en calma en la capital tunecina

Los tres partidos de la oposición legal incluidos en el Ejecutivo que deberá pilotar la transición hasta la convocatoria de elecciones decidirán su continuidad definitiva en el mismo tras los contactos con el primer ministro.

Trabajadores municipales limpian una calle de la capital tunecina
Primera noche en calma en la capital tunecina
EFE

Túnez vivió su primera noche en relativa calma desde hace varios días, mientras el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, intenta salvar el Gobierno de transición formado el lunes, del que han dimitido ya varios ministros opositores.


Fuentes sindicales informaron de que Ghanuchi se reunirá con el secretario general de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), Abdelasalm Jrad, y con representantes de otras fuerzas de oposición para intentar pactar un nuevo Gabinete.


Los tres partidos de la oposición legal incluidos en el Ejecutivo que deberá pilotar la transición hasta la convocatoria de elecciones decidirán su continuidad definitiva en el mismo tras los contactos con el primer ministro.


Los dos ministros y un secretario de Estado de la UGTT, así como el representante en el Gobierno del opositor Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL) anunciaron el lunes su retirada del Ejecutivo en protesta por la masiva presencia de miembros del partido del poder del anterior régimen.


Entretanto y por primera vez desde hace varios días, la pasada noche no se escucharon disparos durante el toque de queda, ni en el centro de la capital ni en los barrios periféricos.


En el centro de la ciudad se intentaba recuperar la normalidad con varios cafés y comercios abiertos, al igual que sucedió el martes, antes de que se iniciasen decenas de protestas poco antes del mediodía.


También la circulación de vehículos en las autopistas de acceso a la capital se ha incrementado con respecto a días pasados y los transportes públicos volvieron a funcionar con relativa normalidad.


El Gobierno ha decidido además la gratuidad de los transportes como autobuses y tranvías con la intención de que los tunecinos sientan que existe la posibilidad de una vida normal tras el 14 de enero, día de la huida del país del ex presidente Zine el Abidine Ben Alí.