«Pensamos que, con Obama, iba a haber cambios hacia Cuba. Pero nos equivocamos»

Aleida Guevara (La Habana, 1960) es la hija mayor de Ernesto 'Che' Guevara. Ayer dio una conferencia invitada por la delegación de MediCuba-España en Aragón.

Medio siglo después, ¿cómo está la revolución?

Queda un largo camino por recorrer. Revolución es algo en evolución, siempre. Es un proceso en crecimiento, en desarrollo. Hay que ir aprendiendo, resolviendo problemas que van surgiendo, otros que no se han resuelto en mucho tiempo? En fin. Queremos aprender de nuestros propios errores para rectificarlos y no cometerlos nuevamente.

Los cubanos tienen un salario medio de 17 dólares...

No es exactamente así; yo soy una profesional de la medicina, y alrededor de 34 o 35 dólares es lo que gano. Pero, por ejemplo, por mi apartamento, de tres cuartos, con dos baños, sala-comedor y bien ubicado, yo pagaría un dólar y unos centavos de alquiler.

No se puede decir que el nivel de vida sea muy desahogado, en cualquier caso. ¿Todos los males del país devienen del embargo de Estados Unidos?

Es mucho más que embargo, es un bloqueo. Y sí, muchos problemas de nuestra economía están relacionados con esa situación. Ahora, que nosotros cometemos errores, claro: somos hombres y mujeres. ¿Qué cree? ¿Qué somos robots?

¿Por qué tiene tanto interés Estados Unidos en bloquear una isla pequeña y una vez que ha caído el bloque soviético?

Porque Cuba sigue siendo un ejemplo para muchos pueblos del mundo de que se puede vivir de otra manera si eres dueño de lo que produces.

Obama comenzó lanzando mensajes de acercamiento a Cuba...

A ver, nunca hubo acercamiento. Él tuvo algunas palabras, expresiones, que a nosotros nos dio la impresión de que sí, que iba a haber algún cambio hacia Cuba. Pero, mira, estábamos equivocados.

¿Qué opinaría su padre de la actual crisis económica, muy ligada a movimientos especulativos?

Él era un hombre muy inteligente, con un gran pensamiento también como economista. Hay un libro suyo, llamado 'Notas críticas a la economía política': ahí estarían las respuestas a todas las preguntas.

Nos enfrentamos a una crisis no solo financiera ni de producción. Va más allá, está tocando la ecología. Hay tanto desgaste de recursos como el agua, las tierras, los árboles... que nos estamos jugando la supervivencia de la especie.

Usted ha manifestado que la política neoliberal de América Latina frena su desarrollo. ¿Y qué sucede con Chile o Brasil, por ejemplo?

(Se ríe) Pero el problema es hacia dónde crecen. Porque Brasil tiene montones de personas con serios problemas.

Menos que hace ocho años.

Bueno, a ver: yo trabajo con el Movimiento Sin Tierra en Brasil; son mis hermanos. Y en los últimos ocho años ellos han tenido más represión que antes, y se les ha dado menos tierra que en los gobiernos anteriores. No es como te pintan las cosas, hay que profundizar. En Chile, por ejemplo, los mapuches: nunca fueron conquistados por los españoles; hoy les están vendiendo la tierra por internet. No hay un periódico del primer mundo que responda a sus protestas.

Pero ¿qué tiene que ver ese problema, que es local, con que en Chile haya más desarrollo?

Es la misma política neoliberal, están robando las tierras a sus verdaderos propietarios.

El Che fue partidario de la confrontación armada para liberar a los pueblos. ¿En qué lugar queda entonces el ejemplo de Egipto?

Bueno, esperemos a ver si lo logra. Muchas veces, a través de las llamadas elecciones o por esos movimientos de protestas masivas, no queda más remedio que se vaya el presidente. Pero, después, ¿qué pasará? Es más difícil de pronosticar.

¿Hay alguna relación, hasta donde usted sabe, entre la revolución vivida en Egipto y el desbloqueo en Cuba de blogs de disidentes como Yoani Sánchez?

Disidente es la persona que no está de acuerdo con lo que dices. Pero cuando obtiene capital de esas acciones, se convierte en mercenario. Es el problema de los supuestos disidentes en Cuba.

¿Un disidente no puede vivir de un blog o una revista, por ejemplo?

Si hablara bien de la sociedad cubana, probablemente no ganaría ni un centavo. Nosotros tenemos periodistas en Cuba que son críticos, muy críticos, pero también consecuentes con lo que ellos pretenden: mejorar la sociedad.

¿Por ejemplo?

Soy muy mala para los nombres, pero hay varios.