MALESTAR EN CHINA

Pekín pide a EE. UU. que cancele de inmediato la cita entre Obama y el Dalai Lama

China ha exigido a EE. UU. que suspenda de inmediato la reunión entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el Dalai Lama, informó el portavoz del Ministerio de Exteriores Ma Zhaoxu, en unas declaraciones recogidas por la agencia oficial Xinhua.


"China se opone firmemente a la visita del Dalai Lama a los EE. UU. y a cualquier contacto de éste con líderes estadounidenses", agregó Ma.


El portavoz de Exteriores instó a EE. UU. "a comprender la gran sensibilidad de las cuestiones relacionadas con el Tíbet, cumpla con su compromiso de reconocer al Tíbet como parte de China y se oponga a la independencia del Tíbet".


El portavoz presidencial de la Casa Blanca, Robert Gibbs, informó de que el presidente de EE. UU. recibirá al Dalai Lama el próximo día 18.


Obama rehusó encontrarse con el líder espiritual tibetano durante la última visita de este último a Washington el año pasado para evitar tensiones diplomáticas con Pekín antes de la visita de Estado que efectuó a China en noviembre.


Durante ese viaje, no obstante, insistió a las autoridades chinas en que se iba a reunir en el futuro con el Dalai Lama, defensor de la autonomía tibetana y a quien Pekín acusa de buscar la independencia de ese territorio.


El Gobierno chino califica al líder tibetano de separatista, mientras que éste busca una mayor autonomía para el Tíbet y un aumento del territorio comprendido en la región.


Pekín considera que la región autónoma del Tíbet abarca apenas 1,2 millones de kilómetros cuadrados en el suroeste del país, mientras que círculos próximos al Dalai Lama incluyen zonas de otras provincias chinas donde viven tibetanos, que se extienden por al menos otro millón de kilómetros cuadrados.


El pasado 30 de enero Pekín suspendió sus intercambios militares con EE. UU. en respuesta a su plan de vender armas a Taiwán.


El apoyo de EE.UU. a la líder uigur, Rebiya Kaader, el proteccionismo comercial, el cambio climático, los derechos humanos, la revaluación del yuan, o el reciente conflicto entre Pekín y la compañía estadounidense Google, son otros de los asuntos espinosos que dificultan las relaciones entre las dos potencias.