NICARAGUA

Ortega apuntala su posible reelección

La Sala Constitucional del Consejo Supremo Electoral declaró el lunes "inaplicable" el artículo de la Constitución nicaragüense que limita a dos el número de mandatos presidenciales. La oposición acusa a los sandinistas de fraude.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró este miércoles que el fallo que elimina el obstáculo constitucional para su posible reelección "está escrito en piedra y es inapelable", mientras dirigentes políticos, sociales y empresariales alertaron de las consecuencias para el país.


"Ese fallo de ayer (lunes) de la Sala Constitucional ya fue reconocido por el Consejo Supremo Electoral (CSE) y por lo tanto ya es inapelable y esto es importante tenerlo claro los oligarcas y vendepatrias", dijo Ortega en un discurso en la antigua Casa Presidencial.


El lunes, la Sala Constitucional de la CSJ declaró "inaplicable" el artículo 147 de la Carta Magna, que impide la reelección presidencial continua y limita a dos el máximo de mandatos de un presidente, en un fallo dictado sin la mitad de los magistrados titulares de la sala, precisamente los no afines al Gobierno.


En sus primeras palabras después del fallo, Ortega arremetió contra los que se oponen a la sentencia, a los que llamó "residuos de la oligarquía", y se preguntó por qué arman un "gran alboroto" muchos diputados no sandinistas que han sido reelegidos en varias ocasiones.


El gobernante aludió al ex presidente Arnoldo Alemán y al líder opositor liberal Eduardo Montealegre, que hoy se reunieron para rechazar el fallo tanto por el fondo como la forma en que se dictó.


"Cómo pegaba gritos el doctor Alemán, parecía una mona mal tirada, y el otro (Montealegre) que le robó millones al pueblo, hablando de honradez cuando ambos deberían de estar en la cárcel", dijo Ortega.


El mandatario pidió a los líderes de la oposición que "se calmen y que no se ahoguen en un vaso de agua", que esperen a las elecciones presidenciales de noviembre de 2011 para que el pueblo decida con su voto.


La sentencia tiene su origen en un recurso de amparo presentado por Eduardo Mejía, apoderado de Ortega, y otros 109 alcaldes sandinistas del país, que llegó el lunes al máximo tribunal tras pasar por el CSE y el Tribunal de Apelaciones de Managua.


Ese mismo día, la Corte estimó el recurso en un fallo firmado sin tres de sus seis magistrados titulares, los opositores a Ortega, que fueron sustituidos por jueces suplentes sandinistas.


Durante la jornada de hoy, el ex canciller y diputado liberal opositor Francisco Aguirre advirtió de que el fallo judicial favorable a las pretensiones de Ortega "profundizará la crisis económica y política" que vive Nicaragua.


Ese fallo tiene "repercusiones jurídicas que conllevarán a su vez unas repercusiones políticas que podrían llevar al país a una crisis económica", dijo a la televisión local el académico y jurista independiente Fanor Avendaño.


La Cámara de Comercio Americana de Nicaragua también se manifestó al respecto y advirtió en un comunicado de que ese episodio "no abona al clima de negocios requerido para promover la inversión nacional y extranjera en este país".


"Vamos a tener que analizar esto en Bruselas, la verdad que la rapidez (del fallo) no nos ha permitido informar a nuestra sede que esto podría pasar", dijo a periodistas el embajador de la Comisión Europea para Centroamérica y Panamá, Mendel Goldstein.


El diplomático también expresó que esperarán la reacción de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tomar una decisión concreta sobre la situación que vive el país centroamericano.


Por otro lado, Ortega acusó a opositores, algunas embajadas y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de alentar la violencia en el Caribe para boicotear las elecciones regionales de marzo de 2010.


Ortega hizo estas declaraciones después de que el lunes en Puerto Cabezas, capital del Caribe Norte, efectivos de la Policía dispersaran por la fuerza a manifestantes indígenas frente a la Casa de Gobierno cuando pretendían tomar el edificio, con el argumento de que les pertenece.


Un indígena miskito de 78 años murió de un paro cardíaco durante la manifestación, disuelta con gases lacrimógenos, y líderes denunciaron al menos otros dos heridos de bala.