VISITA A LA ZONA AFECTADA

Obama evalúa los daños de Irene mientras la tormenta Lee azota el sur

El presidente de EEUU visitó en Nueva Jersey la ciudad de Paterson, donde el huracán Irene causó las peores inundaciones en décadas.

Obama, en Nueva Jersey
Obama evalúa los daños de Irene mientras la tormenta Lee azota el sur
AFP

El presidente de EEUU, Barack Obama, visitó en Nueva Jersey la ciudad de Paterson, donde el huracán Irene causó las peores inundaciones en décadas, mientras la tormenta Lee continuaba dejando fuertes lluvias en los estados del sur.


Con un ojo puesto en el seguimiento a Lee, Obama se desplazó a Paterson, la tercera ciudad en importancia de Nueva Jersey (noreste), donde todavía son muy visibles los estragos que causó Irene.


Aunque el huracán Irene pasó hace una semana por Nueva Jersey degradado ya a tormenta tropical, en ese estado y en otros del noreste del país provocó las peores inundaciones en décadas.


Así ocurrió en Paterson, donde el río Passaic se desbordó a causa de Irene, lo que provocó graves inundaciones y obligó a rescatar y evacuar a cientos de personas.


El presidente, acompañado por el director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), Craig Fugate, y la administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Lisa Jackson, entre otras autoridades, se desplazó primero en helicóptero desde el aeropuerto de Newark hasta Fairfield, en las afueras de Paterson.


Allí y en Wayne, otra zona residencial de la ciudad donde casas y negocios siguen anegados, Obama conversó con algunos vecinos sobre cómo están afrontando el desastre y las tareas de reconstrucción.


"El país entero está con ustedes. Vamos a asegurarnos de destinar todos los recursos que sean necesarios para ayudar a reconstruir sus comunidades", les dijo el presidente a los habitantes de Paterson.


Obama fue recibido en Nueva Jersey por el gobernador de ese estado, el republicano Chris Christie, quien agradeció las ayudas aprobadas para afrontar la recuperación de lo dañado por el ciclón.


Irene, el primer huracán de la temporada en la cuenca atlántica, se cobró la vida de más de 40 personas a su paso por la costa este de EEUU el pasado fin de semana y dejó a millones de usuarios sin electricidad.


El Gobierno calcula que los daños provocados por Irene alcanzan los 6.000 millones de dólares, pero consultoras privadas elevan esa cifra hasta los 10.000 millones.


Una semana después, es la tormenta Lee la que está dejando fuertes lluvias e inundaciones y amenaza con tornados en varias áreas costeras de los estados de Misisipi y Luisiana, en el sureste del país.


Las autoridades de Nueva Orleans (Luisiana), donde el huracán Katrina causó una tragedia hace seis años y dejó unos 1.800 muertos, están especialmente atentas a Lee y ordenaron evacuar algunas zonas que están fuera del sistema de diques de la ciudad como medida de prevención.


Obama sigue también muy atento a la evolución de Lee y está en contacto permanente con las autoridades de FEMA, puesto que al Gobierno le preocupa la "gran cantidad de lluvia que ha dejado y dejará" la tormenta, según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.


A las 18.00 GMT de hoy, el centro de Lee, con vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora, seguía sobre el centro-sur de Luisiana, moviéndose lentamente hacia el norte-noreste, indicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU, con sede en Miami.


Lee se encontraba a esa hora a 65 kilómetros al suroeste de Baton Rouge (Luisiana) y a 30 kilómetros al noreste de Lafayette, también en ese estado, y los meteorólogos prevén que comience a debilitarse gradualmente en las próximas 48 horas.


Sigue vigente un aviso de tormenta (paso del sistema en 36 horas) para Destin, en Florida, y para la costa de Luisiana, incluida la ciudad de Nueva Orleans, el lago Pontchartrain y el lago Maurepas.