ENTREVISTA CON CNN

Obama dice que la amenaza de un ataque terrorista «está siempre ahí fuera»

A pesar de que no espera un ataque masivo en venganza por la muerte de Osama bin Laden, señaló que las agencias de seguridad continúan vigilando y recogiendo información de inteligencia.

El presidente de EE. UU., Barack Obama
Obama afirma que EE. UU. «será siempre un país 'AAA'»
AFP

El presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que Estados Unidos no espera un ataque masivo en venganza por la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, aunque el riesgo de un atentado «está siempre ahí fuera».


Cuando falta menos de un mes para el décimo aniversario de los ataques terroristas del 11-S, el presidente dijo que las agencias de seguridad continúan vigilando y recogiendo información de inteligencia para evitar cualquier atentado.


«El riesgo está siempre ahí», dijo Obama en una entrevista exclusiva con CNN, en la que reconoció que a medida que se aproxima un «acontecimiento trascendental» como el aniversario del 11-S aumenta la preocupación, mientras las fuerzas de seguridad se mantienen en guardia.


El mandatario señaló que la mayor amenaza en estos momento es un potencial ataque llevado a cabo por un solo individuo como el ocurrido recientemente en Noruega, donde un ciudadano de 32 años puso un coche bomba en Oslo e inició un tiroteo en un campamento juvenil, con los que causó 93 muertos.


«Cuando hay una persona trastornada o que se deja llevar por la ideología del odio, puede hacer mucho daño y (para las fuerzas de seguridad) es más difícil seguir a esos individuos que actúan en solitario», señaló Obama, quien agregó que como presidente de Estados Unidos le preocupan todas las posibilidades.


En cuanto a la red terrorista Al Qaeda, subrayó los progresos realizados durante los últimos dos años para debilitar a la organización. «Son una organización mucho más débil, con muchas menos capacidades de las que tenían sólo hace dos o tres años».


Obama habló con el periodista Wolf Blitzer durante la gira de tres días que ha emprendido a tres estados del interior para tratar de recuperar la popularidad entre los votantes, que se encuentra en los niveles más bajos de su mandato, con una aprobación del 39 por ciento, según los últimos datos de la consultora Gallup.