INCREMENTAR LA TRANSPARENCIA NUCLEAR

Obama devuelve el desarme nuclear al primer plano de la agenda internacional

El presidente estadounidense ha tomado esa dicisión una vez que el Consejo de Seguridad de la ONU se ha comprometido a luchar contra la proliferación y a promover la reducción de los arsenales nucleares.

REUTERS/Kevin Lamarque
Obama devuelve el desarme nuclear al primer plano de la agenda internacional
Brawn, Ban y Obama

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha vuelto a colocar el desarme en el primer plano de la agenda internacional, tras lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU se comprometiera a redoblar la lucha contra la proliferación y promover la reducción de los arsenales nucleares.


La reunión sin precedentes del órgano de la ONU y presidida por Obama ha servido también para intensificar las diferencias con Irán sobre la naturaleza de su programa nuclear, que algunas potencias sospechan va dirigido a la obtención de armamento atómico.


En una breve alocución al comienzo de la reunión, la primera de este tipo que preside un jefe de Estado de EEUU, Obama ha afirmado que la amenaza nuclear ha aumentado su complejidad y por lo tanto son necesarias "nuevas estrategias y nuevas actitudes".


El órgano adoptó por unanimidad la resolución 1887, que insta a los países firmantes del Tratado de No Proliferación (TNP) a respetar sus obligaciones y apremia a quienes no lo han suscrito a hacerlo.


El documento también pide negociar una reducción del armamento nuclear, expresa la grave preocupación del Consejo sobre la amenaza de la proliferación nuclear e insta a Irán y Corea del Norte a cumplir las resoluciones pertinentes a sus programas nucleares.


Estados Unidos ha aprovechado el hecho de ocupar en septiembre la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad para demostrar su renovado compromiso con el desarme convocando una reunión al máximo nivel.


Obama ha estado acompañado en la mesa del Consejo por los líderes de los otros cuatro miembros permanentes (Francia, Rusia, China y Reino Unido), además de los países que actualmente ocupan los puestos temporales, que son Turquía, Costa Rica, México, Japón, Croacia, Austria, Uganda, Burkina Faso y Vietnam.


El único ausente fue el líder libio, Muamar Gadafi, que ha preferido ceder la representación de su país a su embajador ante la ONU, Abdurrahman Mohamed Shalgham.


El representante libio ha exigido que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) investigue el presunto programa nuclear secreto de Israel y pidió un puesto permanente para Trípoli en el Consejo de Seguridad por abandonar sus aspiraciones de poseer armas de destrucción masiva.


Por su parte, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, se ha convertido en uno de los protagonistas de la jornada al pedir con firmeza la imposición de sanciones más fuertes a Irán si no clarifica con rapidez las intenciones de su programa nuclear.


"Desde hace siete años Irán nos da largas. Si antes de fin de año, Irán no cambia de política, habrá que asumir responsabilidades e imponerles sanciones en los ámbitos financiero y energético", ha dicho Sarkozy. El primer ministro británico, Gordon Brown, también ha advertido a Irán de que podría afrontar "sanciones más duras".


La Misión de Irán ante la ONU, por su parte, ha respondido de inmediato a las declaraciones de los dos líderes europeos, a los que acusó de señalar a Teherán para ocultar su propio incumplimiento del Tratado de No Proliferación.


Por otra parte, los dos países latinoamericanos que representaron la región en el Consejo de Seguridad, México y Costa Rica, aprovecharon la ocasión para reclamar que la "merecida" atención que se presta al desarme nuclear se traslade al comercio y contrabando de armas más ligeras.


El presidente mexicano, Felipe Calderón, con su país inmerso en un sangriento conflicto con el narcotráfico, ha recordado que 1.000 personas mueren diariamente en todo el mundo a causa de las armas ligeras.


"¿Quién dijo que matar a miles de personas de un golpe es peor que matar a miles todos los días?", ha preguntado el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que ha instado a la aprobación del Tratado sobre la Transferencia de Armas propuesto por su país a la ONU.


A la conclusión de la reunión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha asegurado que la misma abre "un nuevo capítulo en los esfuerzos del Consejo para abordar el desarme y la no proliferación".


En un acto paralelo, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha reafirmado el compromiso de lograr en el Senado de EEUU la ratificación del Tratado de Prohibición Total de ensayos nucleares, que han firmado 150 naciones pero que sólo entrará en vigor si lo suscriben EEUU, China, India, Indonesia, Pakistán, Israel, Egipto y Corea del Norte.