LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Obama y McCain buscan impregnar su huella política en Wall Street

El 49% de los votantes dan su confianza al demócrata, mientras su contrincante republicano se quedaba con un discreto 45%.

Desde el pasado domingo, los candidatos presidenciales a la Casa Blanca han irrumpido en medio de la resaca provocada por la quiebra de Lehman Brothers, la compra de Merrill Lynch y el rescate de la aseguradora American International Group con un claro mensaje: la necesidad de endurecer el marco regulador de los sistemas financieros.


Los acontecimientos, que culminaron el viernes con la presentación por parte de las autoridades federales de un macroplan de casi 700.000 millones de dólares, parecen haber anulado el efecto "Sarah Palin" y han dado la vuelta a las encuestas electorales, donde el senador demócrata, Barack Obama, parece ser el favorito para solventar los problemas económicos de EE.UU.


Una encuesta de la Universidad de Quinnipac publicada el jueves daba un 49 por ciento de la confianza al demócrata mientras su contrincante republicano, John McCain, se quedaba con un discreto 45 por ciento. Por otro lado, el sondeo de la cadena CBS y el 'New York Times' apuntaba que Obama se llevaría el 48 por ciento de los votos frente al 43 por ciento que se llevaría el veterano de Vietnam. La encuesta diaria de Gallup sitúa al demócrata cuatro puntos por delante mientras que Rasmussen apunta al empate en el 48 por ciento.


Sin embargo, en el currículo del senador demócrata, Barack Obama, no existe ni un indicio de su experiencia en estos menesteres; patrocinó en 1999 el Acto de Modernización Financiera, que deshizo las reglas escritas tras la Gran Depresión. Esta decisión tiró abajo un muro y dio vía libre a las entidades financieras para tomar parte en el mercado hipotecario. En 2005, McCain apoyó la reforma de la ley de bancarrota, respaldada por la industria financiera, que hizo más difícil a los ciudadanos poder descargar sus deudas.


Por su parte, el senador de Illinois tiene en su grupo de consejeros a Robert Rubin, ex secretario del Tesoro en la era Clinton y un activista de la desregularización de los mercados financieros.


El pasado martes, Obama acusó desde Golden, Colorado, a McCain de "continuar con las mismas políticas económicas que la administración Bush" algo que ha provocado la crisis que viven hoy los mercados financieros. Cabe recordar que en 2006 presentó una legislación para acabar con los préstamos hipotecarios fraudulentos. Por su parte, el senador de Arizona sacó a relucir las relaciones que Obama tuvo con el ex consejero delegado de Fannie Mae, James Johnson, quien dirigió el comité de búsqueda de candidato vicepresidencial demócrata hasta que se descubrió que había recibido ciertos favoritismos por parte de otra hipotecaria víctima de la crisis subprime, Countrywide Financial.


McCain, quien se denomina así mismo como un desregulador, apuesta por implantar una nueva supervisión en los mercados pese a que el pasado febrero pusiera de manifiesto la "necesidad de mantener al gobierno fuera de estas políticas y decisiones". Además quiere otorgar un mayor poder supervisor a la Reserva Federal. Para el veterano de Vietnam "los reguladores de Wall Street han caído en las guerras políticas de Washington", por eso pretende imponer reformas regulatorias que protejan y sean comprensibles por todos los ciudadanos. De hecho, el senador de Arizona tuvo hizo una polémica declaración al afirmar que habría que despedir al presidente de la Stock and Exchange Commision (SEC), el regulador de los mercados estadounidenses, Christopher Cox, por negligencia.


Ayudas indiscretas


Pese a que Obama como su contrincante republicano, John McCain, se mostraron tajantes en la necesidad de refortalecer la normativa que controla Wall Street, es cierto, que tanto Lehman como Merrill se han situado entre sus principales donantes durante la presente campaña electoral.


Hasta el pasado 31 de julio, los empleados de la banca de inversión han destinado alrededor de 9.9 millones de dólares (6.9 millones de euros) a la campaña del senador de Illinois y cerca de 6.9 millones de dólares (4.8 millones de euros) al veterano de Vietnam. Dentro de este grupo, Lehman nutrió a Obama con cerca de 370.524 dólares (261.561 euros), colocando al que fuera cuarto banco de inversión del país como la décima mayor fuente de ingresos de la campaña del demócrata. Por otro lado, McCain recibió alrededor de 117.500 dólares (82.9459 euros) de Lehman y otros 298.413 (210.691 euros) de los empleados de Merrill Lynch.


Además de los trabajadores del sector financiero, las vacas sagradas de la industria también se han erigido como recaudadores financieros para ambos candidatos. Así, John Thain, consejero delegado de Merrill, ha organizado distintos eventos para el senador de Arizona que llegaron a embolsar hasta 500.000 dólares (353.018 euros a las arcas del republicano. Obama, por su parte, se ha visto favorecido por el presidente para EE.UU. de UBS, Robert Wolf, quien ha conseguido inyectar hasta medio millón de dólares a la campaña del demócrata.