PENA DE MUERTE

No hubo perdón para Gardner y fue fusilado

Estados Unidos fusila a un preso que eligió este método en lugar de la inyección letal en el estado de Utah.

Familiares de Gardner participaron en la noche del jueves en una vigilia durante su ejecución.
No hubo perdón para Gardner y fue fusilado
GEORGE FREY/EFE

No hubo marcha atrás. Finalmente, el preso Ronnie Lee Gardner fue ejecutado ayer en Estados Unidos ante un pelotón de fusilamiento, un método que eligió el propio reo y que no se había utilizado desde 1996 en el país. En las horas previas a la ejecución, tanto el Tribunal Supremo de Estados Unidos como varias cortes de apelación e incluso el gobernador del estado de Utah, Gary Herbert, negaron el perdón a Gardner.


Gardner, de 49 años, fue atado a una silla, con una capucha y con una marca en el pecho, a modo de diana, para indicar a dónde apuntar a las cinco personas anónimas, certificadas como "agentes pacifistas", que apretaron el gatillo. Antes de escuchar los disparos a las 0.20 en la prisión estatal de Utah, el preso pronunció sus últimas palabras ante cinco testigos, hasta cinco familiares de las víctimas de su asesinato, dirigentes oficiales y nueve periodistas.


Gardner había sido condenado por el asesinato del abogado Michael Burdell en 1985, cuando intentó escapar durante una audiencia judicial en la que se le acusaba de robo y de haber matado a un camarero. Tras 25 años en el corredor de la muerte, había pedido que se le conmutara la pena capital por una condena perpetua sin derecho a condicional bajo la promesa de dedicar su vida a encauzar a otros jóvenes, convencido de que no hay mejor ejemplo que él. "Hubiera sido un milagro que no acabase donde estoy", confesó Gardner.


Familia desestructurada

La primera vez que se topó con la Policía tenía apenas dos años. Los vecinos lo encontraron solo, desnutrido y en pañales vagando por las calles, pero pese a descubrir un hogar disfuncional se lo devolvieron a su madre. A los 5 años fue violado por su hermana mayor y un amigo de esta, a los 6 empezó a esnifar pegamento, a los 10, ya convertido en un adicto, sus padres le permitían beber alcohol, y a esa edad le detuvo por primera vez la Policía, tras pillarle robando unas botas de cowboy con su hermano mayor. Su padre fue a comisaría para sacarles, pero decidió dejar allí al más pequeño, cuya paternidad cuestionaba, por ser un rebelde indomable. Tanto que a los 11 años le ingresaron en un psiquiátrico al no poder con él. Los médicos determinaron que no estaba enfermo, pero se quedaron tan horrorizados con su hogar que decidieron que estaría mejor en el psiquiátrico, donde pasó año y medio.


"Era un sitio aterrador, había niños psicóticos de conducta muy extraña y yo era físicamente muy pequeño e inmaduro", relató Gardner. Los médicos le diagnosticaron la densidad de huesos de un niño de 5 años, a pesar de que tenía 11. Los mayores pronto la tomaron con él y aprendió a sobrevivir en la ley del más fuerte.


Después llegaron las casas de adopción temporal. El único adulto que le acogió le introdujo al crimen y presumió de lo bien que sabía robar. A los 14 años, tras salir del reformatorio, se le concedió la custodia a su hermano mayor, que vivía bajo el ala de un travesti que abusaba de ambos. A los 16 tuvo una hija y al año siguiente un hijo, lo que no detuvo su escalada criminal. Los siguientes cinco años estuvieron plagados de delitos y fugas hasta el asesinato de un camarero al que robó cien dólares.


Por eso sus abogados habían basado sus solicitudes de clemencia o aplazamiento de la ejecución en los problemas sufridos por Gardner durante su juventud. También afirmaron que su cliente fue tratado injustamente durante el juicio en 1985 porque carecía de fondos para pagarse una defensa legal competente.


La ejecución por fusilamiento fue eliminada de la ley de este estado del noroeste del país en 2004, pero Gardner pudo elegir ese método al haber sido sentenciado a muerte en 1985. Otros cuatro presos de los diez que están sentenciados a pena de muerte en Utah han elegido también el fusilamiento para su ejecución.


Según los recuentes históricos, de las 49 ejecuciones que se han realizado en Utah desde 1850, 40 han sido por fusilamiento. Con la de ayer, 1.217 los asesinos han sido ejecutados en Estados Unidos desde que el Tribunal Supremo restableció el castigo en 1976.


Precisamente ayer, la Asamblea Nacional de Vietnam aprobó que dejará de ejecutar a sus condenados a muerte con pelotón de fusilamiento y aplicará la inyección legal a partir del próximo año.