23 años después

Una mujer neoyorquina secuestrada al nacer se reúne con sus padres

Nació en un hospital de Harlem y desapareció a los 19 días, después de que sus padres se la dieran a una falsa enfermera estafadora, que se escapó del centro sin que nadie lo evitara.

Una mujer neoyorquina, que había sido secuestrada pocos días después de nacer en un hospital del barrio de Harlem, ha logrado, tras una larga búsqueda, reunirse con sus padres biológicos 23 años después, publica el diario The New York Post.


"Estoy absolutamente feliz, pero a la vez es un sentimiento extraño, porque todo es nuevo. Es como haber nacido otra vez", expresó Carlina White, que el pasado sábado se reunió de nuevo con su familia en Nueva York y a la que relató la intensa búsqueda que hizo hasta encontrarlos.


Los padres de Carlina, preocupados por la alta fiebre de la pequeña, acudieron en 1987 a la sala de emergencias del hospital de Harlem, donde dejaron a su bebé de sólo 19 días en manos de quien ellos pensaban que era una enfermera, relataron Carl y Joy White al diario neoyorquino. La mujer que recibió a la pequeña, que según la familia se había vestido de enfermera, secuestró a Carlina y desapareció con ella sin que nadie en el hospital pudiera evitarlo.


Entonces los padres comenzaron una intensa búsqueda de la pequeña y hasta llegaron a ofrecer una recompensa de 10.000 dólares para quien encontrase a su hija, mientras que la policía interrogó a diferentes personas sin realizar ningún arresto. La familia, desesperada por la falta de pistas sobre el paradero de su hija, demandó al hospital de Harlem por negligencia.


Aunque todavía se desconoce si la pequeña pasó por diferentes familias, Carlina terminó viviendo en Bridgeport (Connecticut) bajo el nombre de Nejdra Nance, según explicó la propia joven al rotativo.


La joven, que se quedó embarazada a los 16 años y que ahora vive en Atlanta (Georgia), empezó a sospechar sobre sus verdaderos orígenes cuando su familia admitió no tener certificado de nacimiento ni documento alguno con el que comprobar quién era.


Así, ella misma comenzó una ardua búsqueda que la llevó hasta el Centro para Niños Perdidos y Explotados de Estados Unidos, donde se pusieron en contacto con sus padres biológicos y, tras una prueba de ADN, lograron resolver el misterio de la desaparición de la joven.