EN DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Muere el activista ruso Andréi Kuláguin

El cuerpo del dirigente de una de las filiales de la organización rusa de Derechos Humanos Sparvedlívost, ha aparecido sin vida después de dos meses desaparecido. El activista recibió una llamada el pasado 14 de mayo, se fue a una cita y no regresó.

La organización rusa de Derechos Humanos Spravedlívost (Justicia) ha denunciado el asesinato del dirigente de una de sus filiales regionales, Andréi Kuláguin, que desapareció hace dos meses en la región de Karelia.


"El cuerpo sin vida de Andréi Kuláguin fue hallado en una cantera a las afueras de la ciudad de Petrozavodsk. No hay dudas de que nuestro dirigente regional fue asesinado", ha asegurado el presidente Spravedlívost.


Stolbunov ha explicado que el activista, que encabezaba la filial de la ONG en la región de Karelia, frontera con Finlandia, desapareció el pasado 14 de mayo tras recibir una llamada y dirigirse a una cita en una cafetería de Petrozavodsk, la capital regional.


"Probablemente, le había llamado alguien a quien nuestro activista conocía personalmente y no percibía como posible fuente de amenaza", ha precisado precisó.


Ha agregado que los familiares de Kuláguin denunciaron su desaparición ante la Policía, que ha iniciado un expediente, aunque el departamento del Interior de Petrozavodk no ha confirmado este hecho.


También ha explicado que Kuláguin, quien encabezaba la filial de la ONG en Karelia desde su apertura en 2007, ha abogado por un trato más humano en las cárceles rusas y era miembro de la comisión de control social de las instituciones penitenciarias en Karelia.


"Haremos lo posible para que el asesinato de nuestro colega no se convierta en otro caso sin resolver como los que se pudren durante años en los archivos", ha subrayado el presidente de Spravedlívost.


La denuncia de la muerte violenta de Kuláguin se produce justo una semana tras el secuestro y asesinato en el Cáucaso Norte de Rusia de la activista de derechos humanos y periodista Natalia Estemírova, quien documentaba los secuestros en Chechenia.


El asesinato de Estemírova, al igual que los de otros dos activistas rusos, la periodista Anna Politkóvskaya y el abogado Stanislav Markélov, fue condenado por la comunidad internacional, que ha exigido a Moscú poner fin a los crímenes impunes.