Millones de personas en todo el mundo siguen en directo la operación

Millones de personas en el mundo entero siguieron ayer con expectación, minuto a minuto y en directo, el milagroso rescate de los mineros chilenos. Desde el campamento Esperanza, más de 350 medios de comunicación de 33 países retransmitieron el rescate de los mineros que se reencontraron con sus familias tras más de dos meses de angustia.

La operación de salvamento se convirtió en la gran atracción mediática de la jornada en Europa, Asia y América, donde la mayoría de medios actualizaban constantemente sus ediciones digitales para ofrecer todos los detalles.

El rescate fue seguido casi al minuto desde el primer momento por los medios digitales y las redes sociales, como Twitter.

Millones de personas presenciaron cómo los mineros, con gafas negras, cascos y cinturones especiales que vigilaban sus funciones vitales, salían de la profundidad, abrazaban a sus seres queridos y saludaban a las autoridades, sin poder ocultar su gran emoción.

Hasta la mina San José se desplazaron periodistas de medios de todo el mundo. La televisión estatal china, CCTV, también ofreció en tiempo real el salvamento, lo que es inusual ya que no acostumbra a informar en directo sobre sucesos en el extranjero.

La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) recomendó a los mineros evitar una excesiva exposición a los medios. "Estar en contacto con los medios afectará a su salud, sobre todo psicológicamente" y es "la mayor preocupación", pues se supone que el aspecto físico está controlado por los médicos, dijo Kazuhito Shimada, un médico de JAXA.

A las 0.10 hora de Chile, Florencio Ávalos se convirtió en el primer minero en recuperar la libertad. Los mensajes de ánimo y de felicitaciones llegaron de todos los rincones: desde el Vaticano, donde el Papa encomendó a Dios "con esperanza" a los 33 mineros, hasta Sudáfrica, donde se destacó el "ingenio de la operación".

En España, el rey Juan Carlos expresó su alegría por el rescate, mientras que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, felicitó a los mineros y manifestó su deseo de que la operación concluyese con éxito. Francia alabó el "coraje excepcional" de los mineros y aseguró que merecen el "reconocimiento de toda la comunidad internacional", según el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner.

"Un milagro moderno"

La operación de rescate es un "milagro moderno", según el jefe de la Diplomacia alemana, Guido Westerwelle, quien señaló que "toda Alemania comparte su alegría con los mineros y sus familiares".

El portavoz del Gobierno de Japón, Yoshito Sengoku, consideró también que el rescate de los mineros es "un milagro del siglo XXI", al tiempo que el primer ministro nipón, Naoto Kan, envió un mensaje de felicitación a su homólogo chileno, Sebastián Piñera.

El portavoz de Exteriores israelí, Igal Palmor, dijo que esperaban que la "operación termine con el máximo éxito, con la liberación y excelente condición de todos los mineros.

El presidente de EE. UU., Barack Obama, celebró el rescate, del que dijo es una prueba de la determinación de los equipos de rescate y el Gobierno chileno y ha servido de inspiración al mundo.

A través de su cuenta de Twitter (@FelipeCalderón), de la que es un asiduo usuario, el presidente de México, Felipe Calderón, señaló que la operación de rescate era "impresionante" y "emocionante". El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, felicitó a Piñera, por el "exitoso" rescate, mientras que el paraguayo, Fernando Lugo, transmitió un "fuerte abrazo" al presidente chileno y a los mineros.

El mandatario chileno recibió también llamadas de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, del venezolano, Hugo Chávez, y del brasileño, Luiz Inacio 'Lula' da Silva, quien subrayó que "el mundo está orgulloso". Asimismo, el Gobierno de Colombia envió un mensaje de solidaridad, mientras que el ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez, felicitó a los mineros y al Gobierno chileno pero señaló que el accidente debe hacer revisar el sistema de trabajo en las minas, donde cientos de miles de latinoamericanos han dejado su vida.