EXPULSIÓN DE MÁS DE 3.000 AGENTES

México acomete su mayor purga policial

La Policía Federal expulsa a 3.200 agentes por colaborar con los narcos, lo que representa el 10% de la plantilla.

Un policía federal toma notas en una calle junto a uno de los 14 cadáveres encontrados en Acapulco, el pasado viernes.
México acomete su mayor purga policial
PEDRO PARDO/AFP

En el empeño de tener un cuerpo policial libre de sospechas de corrupción, 3.200 agentes de la exclusiva Policía Federal de México han sido dados de baja del cuerpo, entre ellos los cuatro jefes policiales de Ciudad Juárez que fueron señalados por colaborar con los narcos. Otros mil son investigados en expedientes disciplinarios y 465 más tienen procesos legales en su contra como probables responsables de delitos. En resumen, más del 10% de la corporación tiene dudosa reputación. Es el proceso de "depuración" más importante aplicado desde que Felipe Calderón llegó a la Presidencia de México.

Además, el cese implica que no podrán trabajar en ninguna de las entidades uniformadas municipales o locales.

Facundo Rosas, comisionado general de la Policía Federal, informó ayer en rueda de prensa que "por incumplimiento de los deberes previstos en el reglamento, 3.200 elementos fueron dados de baja". Muchos no superaron los "controles de confianza", algunos no quisieron someterse a las estrictas pruebas por las que debían pasar todos los integrantes del cuerpo que comparte con los 50.000 hombres del Ejército y la Armada el peso de la lucha contra la delincuencia organizada.

El funcionario explicó que todos los cesantes serán vigilados para detectar si "se llegan a comprometer en alguna conducta ilícita". Adelantó que otros 1.485 uniformados más serán sometidos a una fase de la depuración.

Según el comisionado policial los despedidos tienen "la prohibición del reingreso" tanto a alguna institución de la Policial Federal, estatal o municipal.

El peligro del que advierten varios analistas es que se incorporen al crimen organizado aportando una preparación que no tienen los gatilleros de poca monta y un conocimiento del funcionamiento de los cuerpos de seguridad.

Sin embargo, el presidente Felipe Calderón prefiere arriesgarse a que se repita la historia de los Zetas con tal de quedarse solo con policías 'limpios', sin dudas sobre su ética y firmeza como pilar para luchar contra el poder corruptor de los billetes verdes que invierten los narcotraficantes en comprar voluntades.

Los Zetas eran militares que desertaron en los años 90 y fueron brazo ejecutor del cartel del Golfo. Hoy luchan por su espacio propio y han introducido en la guerra de los carteles niveles de brutalidad y salvajismo difícilmente superables, pero siempre sorprenden con "un más difícil todavía".

Rosas confirmó que desde mayo fueron dados de baja 4.685 por diferentes motivos. De ellos 465 fueron vinculados con delitos penados por la justicia. Entre los cesados se incluye al comandante del Tercer Agrupamiento de Fuerzas Federales y tres mandos medios más de Ciudad Juárez.

Las 'mordidas'

No es la primera purga policial, y no será la última. Uno de los problemas es que socialmente no se valora el trabajo de policía en México. Los identifican y temen por las 'mordidas' (sobornos de poca monta para evitar la imposición de multas de tráfico) o su supuesta connivencia con los delincuentes no ayudan a mejorar esa imagen que Calderón intenta romper.

A dos años de entregar el poder, el gobernante que ha hecho de la lucha contra las mafias de las drogas su objetivo de gobierno no parece ganar la partida. Tampoco fue bien recibida su propuesta de unificar las divididas corporaciones policiales para unificarlas en 32, una por cada estado.

Mientras unos expertos, como Marcos del Rosario, profesor de Derecho de la Universidad Panamericana, afirman que con "una policía estatal con mando único, teniendo una uniformidad en estrategias e identidad, será más fácil ir mermando el poderío del crimen organizado", otros sostienen que la centralización facilitaría la penetración del alto mando por los narcos. Gran dilema.