INUNDACIONES

Medio centenar de aldeas anegadas en Australia

El río Wimmera se ha desbordado a su paso por el centro urbano de Horsham y ha dejado dividida en dos esa ciudad a unos 300 kilómetros al noroeste de Melbourne, con familias separadas a cada lado de ambas orillas.

Las riadas mantienen anegadas medio centenar de aldeas del estado de Victoria, en el sureste de Australia, mientras se reparan los cuantiosos daños causados por las inundaciones en el de Queensland.


Un niño de ocho años, cuyo cadáver ahogado recuperaron buceadores de la policía, ha abierto la lista de víctimas mortales en Victoria, mientras que la de Queensland permanece en 31 desde comenzaron las inundaciones allí, a principios de diciembre.


Lachlan Collins, el menor de seis hermanos, había desaparecido el lunes en el río Goulburn, al que fue a nadar acompañado de su hermano mayor y una hermana.


Su tío Ronnie lo describía a los periodistas australianos como un "niño valiente al que nada le asustaba"


Otro río, el Wimmera, se ha desbordado a su paso por el centro urbano de Horsham y ha dejado dividida en dos esa ciudad a unos 300 kilómetros al noroeste de Melbourne, con familias separadas a cada lado de ambas orillas.


Stephen Warren, del Servicio de Emergencia Estatal, indicó que el caudal del Wimmera alcanzó su nivel máximo (3,85 metros) sobre el mediodía y después comenzó a remitir.


El funcionario señaló que podrán reabrir la autovía por la noche o la madrugada del miércoles si el tiempo no empeora, mientras tanto por la calle principal de Horsham se puede pasar sólo en canoa.


En Warracknabeal, al norte de la ciudad anterior, la crecida de las aguas alcanzará su punto más alto mañana, por lo que hoy se afanan las autoridades y los vecinos en prepararse.


En Quantong, a 15 kilómetros al oeste de Horsham, el agua ha alcanzado el nivel del año 1909; en Dimboola, lo peor está previsto que ocurra el miércoles por la noche; y Kerang quedará aislada durante tres días si se cumplen los pronósticos de los expertos.


Al menos 3.500 personas han sido evacuadas en la región central del estado y el suministro de electricidad es intermitente en varias zonas, sin contar los interrupciones en el tráfico rodado y por ferrocarril.


Mientras el Gobierno de Victoria espera pérdidas millonarias en daños a la agricultura y promete ayuda a los damnificados, en el estado de Queensland, en el noreste de Australia, proseguían hoy los trabajos de limpieza por unas inundaciones que alcanzaron el tamaño de Alemania y Francia juntas.


Una tormenta veraniega ha dejado esta tarde sin electricidad unas 38.000 cuentas, incluidas 20.000 de los barrios occidentales de Brisbane, la capital del estado y la tercera ciudad en importancia de Australia.


La perturbación atmosférica también cortó la comunicación en tren entre Brisbane e Ipswich, dos de las poblaciones más castigadas por las inundaciones de las semanas pasadas.


Las riadas en Queenland afectaron a 2,5 millones de personas, dañaron unas 28.000 casas y causaron destrozos en industrias, cultivos e infraestructuras y paralizaron el poderoso sector minero.


El banco australiano ANZ ha advertido de que el coste total en ese estado puede superar los 20.000 millones de dólares, mientras que la reparación de la red de infraestructuras, vital para la economía, llevará dos años de trabajos continuados.


La primera ministra de Australia, Julia Gillard, anunció que el ministro del Tesoro, Wayne Swan, dirigirá el grupo de expertos que se encargará de supervisar las labores de reconstrucción junto a miembros de las principales empresas y sectores industriales del país.


Los meteorólogos han explicado a la población que este año las lluvias han sido peores de lo habitual a raíz del fenómeno de La Niña, que enfría las corrientes marinas del Pacífico y aumenta la intensidad de las precipitaciones.