MINA DE SAN JOSÉ

"Lo más difícil fue cuando se despejó todo y vimos la piedra que estaba puesta"

Poco a poco empieza a conocerse la pesadilla que vivieron los mineros atrapados. Temieron morir bajo tierra, "de hambre y sed", al creer que no los estaban buscando.

El minero Samuel Ávalos, con su mujer y sus hijos, durante la visita de su familia al hospital.
"Lo más difícil fue cuando se despejó todo y vimos la piedra que estaba puesta"
C. SANTANA/AFP

Los mineros temieron morir bajo tierra al pensar que no los estaban buscando. Los familiares de los "33 de Atacama" revivieron ayer los primeros momentos de la historia a la que este miércoles se puso punto final.

"Pensaban que se iban a morir de hambre y sed, de a poco", señaló Doris Contreras, la madre de Pedro Cortez, el antepenúltimo minero en ser rescatado, al recordar los sentimientos que le transmitió su hijo cuando por fin pudieron comunicarse a través de la sonda que el pasado 22 de agosto alcanzó el refugio donde se guarecieron tras el derrumbe.

"No sabían si los estaban buscando porque no escuchaban nada", explicó el padre de Ariel Ticona, que salió de la mina a las 21.28 del miércoles antes de que lo hiciera, en último lugar, el jefe de turno, Luis Urzúa.

Los familiares contaron que los primeros cinco días fueron los más angustiosos para los trabajadores, hasta que el sexto "empezaron a sentir ruido y supieron que había posibilidad de que los rescataran". Lo relataba en primera persona el propio Urzúa, nada más salir de la profundidad de la mina y tras poner fin a una operación de salvamento ejecutada de forma impecable.

"El momento más difícil fue cuando se despejó todo y vimos la piedra que estaba puesta. No era como cualquier accidente", relató al presidente chileno, Sebastián Piñera, que se convirtió momentáneamente en periodista en una inesperada entrevista que se produjo cuando el último minero salió a la superficie.

Urzúa, que confesó que con su experiencia siempre fue consciente de lo "difícil" que sería el rescate, recordaba la llegada de la primera sonda al refugio. "Todos querían abrazar el martillo, colocarle papeles que decía 'sácame papá', 'tengo hambre' o 'cuida a la familia'", explicó. Finalmente el mensaje elegido fue el ya famoso "Estamos bien en el refugio los 33", que dio la vuelta al mundo con la noticia de que estaban vivos.

El jefe "de un turno largo", como bromeó Urzúa, recordó cómo, durante los 17 días que permanecieron incomunicados, racionaron la comida, consistente en atún, melocotón en conserva, galletas y leche, y cómo hicieron una excavación para extraer agua. El resto de los mineros de momento evitan hablar de sus experiencias.

Por su parte, Richard Villarroel, otro de los mineros rescatados, afirmó ayer que su compañero José Henríquez, "el pastor", fue el hombre clave para que el grupo se mantuviese unido. "Fue el hombre clave que tuvimos para juntarnos todos los días", señaló Villarroel, de 26 años, quien había mentido a su madre diciéndole que trabajaba de comerciante. El minero afirmó que "el pastor" tenía siempre la palabra de aliento "para levantarnos el ánimo".

"Hablan de la familia, de la vida que se les abre, de los agradecimientos, pero no están en el ánimo de contar lo pasado", dijo ayer el ministro de Salud, Jaime Mañalich, desde el Hospital de Copiapó, donde están ingresados.

Tampoco se han enfrentado todavía a las preguntas de los centenares de periodistas que han venido hasta Chile desde todos los rincones del mundo, pero poco a poco se va conociendo cómo fue su vida bajo tierra, lo que sintieron y fueron registrando física o mentalmente en su cuaderno de bitácora.

Entre los recuerdos están las largas noches que pasaron bajo tierra, cuando más sentían la soledad, tras haber hablado por videoconferencia con sus familiares, y cuando, según relató la hermana de Cortez, Rossana, "muchos de ellos se ponían a llorar".

El ministro chileno de Minería, Laurence Golborne, declaró ayer que la operación de rescate fue "la tarea más importante" de su vida.

Golborne, cuya popularidad se ha disparado, recalcó que este logro es el resultado de un trabajo de equipo. La Cámara de Diputados de Chile aprobó una resolución que solicita a Piñera que otorgue una pensión de gracia a los mineros, un beneficio económico que se expresa en ingresos mínimos mensuales y el monto asignado depende de la situación económica y social del solicitante.