Marruecos se defiende por la muerte del menor

El portavoz del Gobierno marroquí y ministro de Comunicación, Jalid Naciri, aseguró ayer que se encontró "un verdadero arsenal" en el coche donde viajaba el menor de 14 años que murió el domingo por la noche por disparos de policías marroquíes cerca de El Aaiún, en el Sahara Occidental.

Naciri dijo que una persona identificada como Ahmed Daudi, 'Djija', fue expulsada el viernes del campamento que miles de saharauis han instalado a unos 20 kilómetros de El Aaiún, y que el domingo pretendía regresar al lugar para "vengarse" con otros amigos, cuando los dos coches en los que viajaban fueron detenidos por la policía. El portavoz aseguró que Daudi disparó contra los agentes, quienes "en legítima defensa reaccionaron con sus armas de fuego, con el resultado de un muerto y tres heridos".

Sin embargo, según la versión de fuentes saharauis, cuando el vehículo intentó cruzar la barrera sin detenerse, como le habían ordenado las fuerzas de seguridad, los policías abrieron fuego contra el todoterreno.

"Hemos descubierto en el vehículo un auténtico arsenal: puñales, espadas, armas de fuego, gasolina y cócteles molotov. Ellos iban con Daudi hacia el campamento donde la gente protesta por sus problemas para vengarse de su expulsión por estar ebrio y consumir drogas", dijo Naciri.

El ministro agregó que la Fiscalía General ya ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente. Asimismo, el portavoz señaló que no cree que este suceso interfiera en las conversaciones que mantienen desde ayer las autoridades marroquíes con el enviado personal de la ONU para el Sahara, Christopher Ross.

"Lo que sucede en El Aaiún no tiene nada que ver con el conflicto que opone a Marruecos con Argelia, con el Polisario interpuesto. Esto sucede en todo Marruecos en un contexto democrático; los ciudadanos han ido a protestar contra una situación que consideran atenta contra sus derechos legítimos, como el derecho a la vivienda y al trabajo", dijo.

Por su parte, el ministro de Exteriores saharaui, Mohamed Uld Salek, reprochó a la comunidad internacional "no haber actuado" ante la evolución de los acontecimientos en las afueras de El Aaiún, que provocaron el domingo la muerte a tiros del adolescente saharaui.

Uld Salek lamentó la muerte del joven tiroteado por agentes marroquíes cuando intentaba, junto a otras personas, acceder en un vehículo al campamento que miles de saharauis han levantado en las afueras de El Aaiún en protesta por sus condiciones de vida en la zona del Sahara Occidental bajo control marroquí. "Nosotros alertamos hace muchos días a la ONU y a la comunidad internacional, sabíamos que iba a haber daños, pero nadie se ha movido", afirmó.

"Más de 15.000 personas"

El ministro señaló que en los campamentos improvisados se han congregado ya "más de 15.000 personas, muchas de ellas mujeres y niños, que han huido de la pobreza, el paro, la humillación y la colonización".

"Lo que nos temíamos ha llegado. Las autoridades marroquíes han comenzado a masacrar a civiles desarmados y deberán asumir la responsabilidad por sus actos", aseveró. Asimismo, indicó que la "revuelta de la población saharaui" se ha extendido a otras ciudades bajo control marroquí como Esmara y Bojador y advirtió de que acontecimientos como los del domingo pueden reproducirse.

Respecto a la participación del Frente Polisario en la reunión informal de negociación con Marruecos prevista a partir del próximo 3 de noviembre en Nueva York, Uld Salek dijo que "dependerá de la evolución de la situación". En cualquier caso, el dirigente saharaui advirtió de que los acontecimientos en El Aaiún "pueden tener repercusiones sobre todo el proceso de paz".

"La ONU y el Consejo de Seguridad deben actuar para obligar a Marruecos a poner fin a su política represiva", recalcó.

El delegado del Polisario en España dijo que su organización tramitó varias peticiones de ayuda por escrito a los responsables de la Misión para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso) para evitar que hubiera incidentes.