ELECCIONES

Macedonia, última oportunidad para conseguir el reconocimiento de la UE

El país espera celebrar sus comicios locales y presidenciales sin que se repitan la violencia y el fraude de las últimas parlamentarias

La república balcánica de Macedonia ya ha comenzado la votación para la primera vuelta de las elecciones locales y presidenciales a pesar de las muchas sospechas de que los comicios podrían quedar anulados por falta de participación, y teniendo en cuenta la posibilidad de que podrían repetirse los mismos actos violentos que se sucedieron en los comicios parlamentarios del pasado mes de junio y que afectaron gravísimamente la confianza y sus relaciones con la Unión Europea.


Si al final deposita su papeleta el 50% más un voto de los llamados a urnas --algo que no está muy claro que pueda suceder--, el candidato de la Organización Revolucionaria Interna Macedonia-Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE, por sus siglas en macedonio), Djorgje Ivanov, es el máximo candidato a alzarse con la victoria en los comicios y terminar convirtiéndose en el cuarto presidente del país y suceder a Branko Crvenkovski.


El VMRO-DPMNE también encabeza las últimas encuestas para obtener la victoria en las elecciones a la alcaldía de la capital, Skjope, a través de su candidato, Koce Trajanov, seguido de cerca por el líder del Nuevo Partido Social Demócrata, Tito Petkovski.


La campaña, que comenzó el pasado 1 de marzo, se ha desarrollado de forma pacífica, según asociaciones civiles. El tranquilo discurrir de la campaña contrasta con la tensión vivida en los anteriores comicios presidenciales, marcados por la violencia entre partidos de etnia albanesa y que arrojaron un muerto, varios heridos y numerosos incidentes en las sedes de los grupos políticos implicados.


A pesar de que la situación ha experimentado una leve mejoría, la posibilidad de que se repitan los actos violentos sigue siendo clara y real. La Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) destaca como principales amenazas que los funcionarios están recibiendo enormes presiones para votar por el VMRO-DPMNE, los cuerpos locales están mal organizados y el comportamiento de los medios de comunicación es absolutamente partidista. 

Situación actual 


¿Por qué Macedonia es incapaz de organizar unas elecciones decentes?", se preguntaba el analista Risto Karajkov, del Observatorio sobre los Balcanes. "Quizás por el nivel de su cultura política. La gente que ha perpetrado estos actos violentos y que ha destrozado los mecanismos electorales lo ha hecho por orden de la jefatura de sus partidos", opinó.


Prueba de ello es el estado de ánimo de los observadores internacionales dispuestos a atestiguar el buen curso de las elecciones (o a denunciar lo contrario, si se diera el caso). "Cuando hay comicios en los países vecinos, llegan un puñado de observadores para pasar un fin de semana relajados y dispuestos a ver el paisaje; pero cuando se trata de Macedonia, el país recibe un ejército de observadores, todos ellos alerta y bien entrenados que se despliegan por todos los puntos del país", explicó el analista.


Este año, Macedonia va a recibir a 524 observadores internacionales frente a los 270 que acogió el año pasado, a lo que hay que añadir casi 7.000 supervisores internacionales. En comparación, sólo en Bielorrusia participan tal cantidad de supervisores durante unos comicios.


El Gobierno ha endurecido la legislación y guarda preparadas duras sentencias para todos aquellos individuos que violen la ley electoral. El número de condenados por estos cargos ha aumentado drásticamente a lo largo de los últimos meses. Por contra, de los más de 200 detenidos por los incidentes del año pasado, sólo una decena de ellos han sido sentenciados.


"El mensaje cala muy despacio", aseguró Karajkov, quien responsabiliza al líder del Partido Democrático de los Albaneses (DPA), Menduh Taci, de los incidentes del año pasado. Ahora, Taci "ha perdido gran parte de su relevancia tras la escisión de su partido", en referencia al nuevo grupo político abanderado por el ex ministro de Sanidad, Imer Selmani.


Taci es enemigo declarado de su oponente político Ali Ahmeti, ex líder guerrillero y ahora cabeza de la formación proalbanesa Unión para la Integración Democrática (DUI). Su rivalidad detonó los enfrentamientos del año pasado pero es un error considerar que esta tensión partidista sólo se circunscribe a los políticos albaneses.


"El excesivo antagonismo que devora la vida política es igualmente válido para el resto de partidos", señaló el analista. "Los dos grandes partidos de estas elecciones, el VMRO y la Unión Socialdemócrata de Macedonia (SDSM) son también "rivales diametralmente opuestos" y el "nivel de repulsa que existe entre ellos se encuentra absolutamente fuera de control", advirtió.


En este sentido, los analistas políticos del Comité Helsinki apuntan que la tensión entre ambos partidos es especialmente dramática en la ciudad suroriental de Strumica donde "está teniendo lugar una guerra en firme" entre los candidatos del VNRO-DPME y la oposición socialdemócrata. Se advierte igualmente de "varias zonas potencialmente débiles que podrían ser escenario de irregularidades" y de que varios pueblos de mayoría albanesa colindantes con Kosovo han amenazado con boicotear las elecciones si algún candidato macedonio obtiene la victoria. 


Inapetencia de los votantes

 

Otro factor a tener en cuenta es la escasa voluntad de los más de 1.700.000 votantes para depositar su papeleta porque creen que los candidatos no han lanzado un mensaje lo suficientemente novedoso. "Nadie ofrece nada nuevo, sólo promesas vacías", apuntaba el profesor Osman Kadriu al dirario 'Utrinski Vesnik'.


Por ello, un 31 por ciento de los encuestados por la agencia Rating han expresado un profundo desdén por estos comicios. La abstinencia política puede ser un problema muy grave sobre todo en la primera vuelta, donde se requiere el voto de la mitad más uno del electorado. Y si en la primera vuelta se detectan indicios de fraude, en la segunda votación, prevista para el 22 de abril, la población podría perfectamente quedarse en sus casas, ilegitimando los comicios.


En previsión de este fenómeno, la tasa mínima de participación impuesta por el Parlamento macedonio para la segunda vuelta de las elecciones ha descendido del 50 por ciento al 40 por ciento.


ASPIRACIONES


Los comicios se celebran teniendo muy en cuenta la contundente advertencia emitida el pasado mes de febrero por el Comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, quien describió estas elecciones como "el momento de la verdad" para Macedonia, candidato oficial desde 2005 para formar parte de la Unión Europea.


Durante una conferencia celebrada en Croacia, el funcionario europeo señaló que la aplicación del estándar internacional para la celebración de elecciones libres y justas en el país balcánico es un "requisito esencial". "Las elecciones presidenciales y locales supondrán el momento de la verdad para Macedonia", declaró.


Rehn lamentó que todavía no se hayan puesto en marcha las negociaciones necesarias para la adhesión del país balcánico. La Comisión Europea es quien debe recomendar en qué momento comienzan estas conversaciones, pero la caótica situación política del país ha llevado a un aplazamiento indefinido.


Los ciudadanos macedonios han mostrado un extraordinario interés en formar parte del bloque europeo, pero las autoridades de la UE no están dispuestas a permitir la integración del país si no cumple un nivel mínimo de seguridad democrática. Queda además por salvar el veto de Grecia a la incorporación de Skopje, a la que acusa de apropiarse del nombre de "Macedonia", que comparte con la provincia helénica del mismo nombre; una polémica por la que Atenas llegó incluso a abandonar la cumbre de la OTAN en Bucarest el año pasado.