BÉLGICA
Los partidos belgas dan el primer paso para retomar las negociaciones
Se trata del primer signo positivo desde que la crisis política quedó atascada por la incapacidad de los partidos para acercar posturas.
Los principales partidos políticos belgas dieron este jueves el primer paso para retomar las negociaciones con objeto de formar Gobierno, una tarea que tratarán de llevar a cabo a partir de mediados de agosto, bajo la coordinación del líder socialista francófono Elio Di Rupo.
Las ocho grandes fuerzas políticas del país -cuatro flamencas y cuatro francófonas- acordaron este miércoles tras una larga reunión una fórmula de compromiso que trata fundamentalmente sobre la metodología de negociación, según publican este viernes los medios belgas.
El encargado de coordinar las negociaciones, Di Rupo, trasladó este consenso en una reunión posterior al rey Alberto II, quien volvió a encomendarle la misión de 'formador' de Gobierno y fijó como plazo para recomenzar las negociaciones el próximo 15 de agosto.
Se trata del primer signo positivo desde que la crisis política quedó atascada por la incapacidad de los partidos para acercar posturas, que hace vislumbrar la opción de acuerdo tras más de un año con un Ejecutivo en funciones.
En un comunicado difundido la pasada madrugada, el rey ha constatado «la voluntad expresada por una larga mayoría por resolver los problemas socioeconómicos que afronta el país», así como «el gran cansancio de todos los negociadores y sus colaboradores, que trabajan de forma continuada desde hace meses». Alberto II propone «una tregua de las negociaciones» hasta mediados de agosto.
Para entonces, las discusiones se volverán a retomar sobre la base de un programa propuesto por Di Rupo tras reunirse con los responsables de los ocho partidos implicados en las negociaciones.
La pausa servirá para examinar los diferentes proyectos legislativos incluidos en las discusiones.
Uno de los más importantes es la propuesta para dividir el distrito electoral especial de Bruselas Halle Vilvoorde (BHV), un punto reclamado por los flamencos y que los francófonos podrían estar ahora dispuestos a discutir, pese a que puede suponer la pérdida de sus privilegios lingüísticos en la periferia de la capital.
Asimismo, los ocho partidos volverán a debatir sobre otros aspectos de la reforma del Estado como la transferencia de más competencias a las regiones, y la reforma de la ley de financiación y autonomía fiscal de las mismas.
