Los mineros chilenos bromean en un nuevo vídeo

A 10 días de haber sido hallados con vida, un nuevo vídeo difundido ayer muestra a los mineros chilenos repuestos y con muy buen ánimo. Los 33 trabajadores atrapados a 700 metros bajo tierra en el yacimiento del norte de Chile, cerca de la localidad de Copiapó, dejan ver a la cámara sus ropas limpias, sus nuevos calzados y sus rostros afeitados. Con soltura, bromean, mandan saludos y se ríen a carcajadas.

Como en el vídeo anterior, el presentador es el simpático Mario Sepúlveda que muestra de entrada que "las cosas han cambiado" allí abajo respecto de la primera entrega. Están vestidos con remeras rojas, muchos con casco y algunos con antiparras para protegerse la vista. Se los ve activos, a algunos trabajando. Él mismo muestra orgulloso su calzado. "Estamos felices", asegura el minero de 36 años.

Sepúlveda presenta a su jefe, un sonriente Luis Urzúa, y dice de él que se trata de "un personaje extraordinario". Luego muestra el "policlínico", como identifica graciosamente al precario botiquín y el depósito con botellas de agua. "Tenemos bebida y comida, nos portamos bien, parecemos guaguitas (niños) obedientes", asegura.

Fue la segunda entrega filmada de los operarios atrapados en la mina San José hace 27 días. Desde que fueron hallados con vida están recibiendo suministros para sobrevivir en las mejores condiciones hasta su rescate definitivo, que se prevé para dentro de tres o cuatro meses, cuando se termine de cavar una chimenea que llegue hasta el refugio donde mantienen su improvisado campamento.

Las familias estaban exultantes por ver a los mineros mucho mejor que en el primer vídeo, que les había causado un gran impacto. Los trabajadores perdieron en promedio casi 10 kilos de peso cada uno por el ayuno forzado que tuvieron que soportar los primeros días tras el accidente.

Ayer recibieron su primera comida caliente: arroz con albóndigas (hechas con carne vacuna) en pequeñas porciones, pan, queso, leche y fruta.