CHILE

Los mineros chilenos atrapados piden que no les abandonen

Los trabajadores hacen llegar a sus familias la respuesta a las misivas que estas les enviaron.

Un niño enciende una vela en un altar del campamento de la mina San José (Chile), ayer.
Los mineros chilenos atrapados piden que no les abandonen
CLAUDIO REYES/EFE

 "El Gobierno hará todo lo humanamente posible para sacarlos, pueden estar tranquilos, los vamos a rescatar", les prometió ayer el presidente de Chile, Sebastián Piñera, a los 33 mineros que permanecen bajo tierra desde el 5 de agosto por un derrumbe en el yacimiento de cobre de San José.

La conversación telefónica, por momentos conmovedora, también se vio salpicada de bromas y sonrisas. Aunque Piñera ya les ha recomendado que empiecen a hacer gimnasia para evitar que engorden en exceso de cara al complicado rescate, los trabajadores le pideron una botella de vino para celebrar el bicentenario de la independencia del país.

Desde Santiago y durante una comunicación que se prolongó 20 minutos, el mandatario conservador habló con el jefe de turno, Luis Urzúa, y con Mario Gómez, uno de los veteranos mineros localizados el domingo tras 17 días sin tener noticias suyas. "Don Luis, usted no sabe lo que pasó en nuestro país el domingo", arrancó Piñera, improvisado narrador del júbilo masivo que provocó el hallazgo de los trabajadores.

Urzúa pidió al presidente que no les "abandonen" ni a ellos ni a sus familias. "Esperamos que todo Chile haga fuerza para sacarnos de este infierno", proclamó.

El presidente admitió que el rescate llevará algún tiempo -se estima que volverán a la superficie antes de Navidad-, pero les prometió que eso redundará en una mayor seguridad para el operativo. La perforadora que debe abrir un conducto de más de 70 centímetros de diámetro para su rescate llegó en tres partes y el sábado comenzará a horadar la vía de escape para los mineros.

"Ha llegado carta"

Mientras, en la superficie los familiares de los mineros recibieron una feliz sorpresa: la respuesta a las cartas que les habían enviado preguntándoles cómo estaban.

Las alrededor de 200 personas que se han congregado en lo que ya se conoce como campamento Esperanza en torno a la mina San José se preparaban para dormir, cuando los equipos de rescate les avisaron de que acababan de llegar las cartas escritas por los mineros como respuestas a sus mensajes enviados previamente desde la superficie al fondo del yacimiento. "Los rescatistas nos reunieron y empezaron a decir 'ha llegado carta', y les respondíamos '¿para quién?", relató al diario 'El Mercurio' Carmen Baeza, esposa de Juan Illanes y una de las afortunadas. Su marido le reconocía que "es un milagro" que los 33 sigan con vida.

Uno de los mensajes más emotivos fue el que recibió Jessica Yáñez, a quien le dijo su pareja, con la que se casó hace 25 años pero solo por lo civil, que esperaba que cuando le rescaten "por fin" se puedan casar por la iglesia. "Cuando salga, compramos el vestido de novia y nos casamos por la iglesia", le dijo Esteban Rojas.

Por otra parte, 'La Jornada' informó ayer de que el martes los mineros pudieron comer su primera comida decente: sopa concentrada con sabor a chocolate y frambuesa, que les hicieron llegar en una lata de 400 centilitros para cada uno, con la recomendación de que la beban lentamente, a razón de 100 centilitros cada seis horas.