VIAJES

Los conflictos no acaban con el turismo

Las revueltas sociales vividas en lugares como actualmente Egipto o Túnez no frenan las visitas de turistas a países declarados peligrosos, tan solo reducen la afluencia temporalmente y provocan el desarrollo del 'turismo sangriento' y morboso.

«A pesar de la situación que se vive en Egipto actualmente no contemplamos que vaya a desaparecer del mapa de los turistas», asegura Anja Braun, portavoz de TUI, la mayor empresa de servicios turísticos de Europa.


Rafael Gallego Nadal, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (FEAAV) afirma que los conflictos bélicos, sucesos sangrientos o problemas sociales «hacen mucho daño» al turismo de los países en los que ocurren. Se convierten en lugares menos demandados. Pero asegura que después de un plazo aproximado de «medio año u ocho meses, con la situación normalizada, vuelven a recibir turistas». Como ya pasó en la ciudad egipcia de Luxor tras las matanzas de turistas sucedidas en 1997.


Un de los aspectos en los que más afectan es en los precios. Una de las últimas ofertas para viajar a Egipto antes de las revueltas (de Halcón Viajes) era de 1.300 euros por persona, en la que se incluían cuatro noches de crucero y tres en un hotel de El Cairo de cinco estrellas. Ahora esperan que la próxima que salga, cuando todo se calme, pueda rondar los 1.000 o se rebaje hasta los 800 euros, pero lo que es seguro es que volverá a haber interés por visitar las famosas pirámides y el río Nilo.

Reclamo morboso

Desde el 11 de septiembre de 2001 se ha extendido el fenómeno conocido como 'turismo sangriento' en el que el «morbo por fotografiarse en el lugar en el que estaban las torres gemelas, junto a los escombros de aviones estrellados o pueblos derrumbados por tsunamis atrae a muchos turistas», asegura Gallego. Y es que «ahora los viajeros pierden el miedo en menos tiempo que antes y acuden a esos destinos en los que ha pasado algo».


En la FEAAV afirman que en los últimos años «ha habido miedo al ir a México, sobre todo después de Chiapas, (el 1 de enero de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional inició una insurrección armada), a Yemen (el 2 de julio de 2007 murieron siete turistas españoles después de un atentado atribuido a Al Qaeda) o a Irán, pero siempre se ha vuelto porque el riesgo está asumido».


La Unión de Agencias de Viajes recuerda que cuando ocurrió el tsunami en Sri Lanka, en 2004 «hubo mucha reticencia de los turistas para viajar allí», pero con el paso de los meses aparecieron nuevas ofertas, «al igual que en los países caribeños donde hay huracanes y ciclones anualmente».

Nuevos destinos

Agencias como ‘Halcón Viajes’ o ‘Mundisol’ señalan que hay «países calientes», conocidos por su inestabilidad social, de los que reciben poca demanda. Además, países como Kenia, Tanzania o Etiopía ofertan safaris y viajes, «pero son más caros que otros europeos, porque son destinos raros, exóticos y poco reclamados».


No obstante están abiertas a recibir ofertas de «países nuevos», que han participado en Fitur por primera vez, como República del Congo, Zambia o Pakistán. Son destinos que hasta hace poco tan solo eran noticia por matanzas o problemas tribales. A pesar del exotismo que puedan traer a la oferta, reconocen que es complicado que reciban turistas a corto plazo, porque los clientes suelen mirar con miedo a las zonas, popularmente conocidas por su peligrosidad.