CONFLICTO INTERNACIONAL

Londres envía un destructor al estrecho de Ormuz en medio tensiones con Irán

El Reino Unido ha enviado un destructor al estrecho de Ormuz en medio de una escalada de la tensión con Irán después de que Teherán amenazase con cerrar el paso a la navegación.

El barco enviado por la Royal Navy
Londres envía un destructor al estrecho de Ormuz en medio tensiones con Irán
EFE

El Reino Unido ha enviado un destructor al estrecho de Ormuz en medio de una escalada de la tensión con Irán después de que Teherán amenazase con cerrar el paso a la navegación.


El ministerio británico de Defensa informó de que el destructor 'HMS Daring', tipo 45, el más nuevo de la Royal Navy (Marina), hará con este viaje su primera misión.


Si bien este despliegue estaba ya previsto, el envío coincide con un aumento de las tensiones debido a la intención de Irán de hacer maniobras navales cerca del estrecho y de amenazar con cerrarlo. Por el estrecho de Ormuz pasa una sexta parte del petróleo del mundo y la amenaza de Irán de cerrar su navegación responde a la advertencia de Occidente de que puede detener las exportaciones petroleras iraníes por su programa nuclear.


El ministro británico de Defensa, Philip Hammond, ha advertido al régimen de Teherán de que cualquier intento de bloquear el estrecho será considerado "ilegal y no tendrá éxito".


El "HMS Daring, equipado con misiles antiaéreos Sea Viper y capacidad para transportar helicópteros tipo 'Chinook', completó en 2011 cuatro años de pruebas y es uno de seis nuevos destructores que tendrá la Marina.


Las tensiones entre Irán y el Reino Unido se profundizaron el pasado noviembre por el asalto de un grupo de estudiantes islámicos a la embajada británica en Teherán.


Las relaciones bilaterales se deterioraron en los últimos años por la insistencia iraní a continuar con su programa nuclear, del que Occidente sospecha que esconde objetivos militares, si bien Teherán defiende que lo hace con fines puramente civiles.


El pasado noviembre el Gobierno británico decidió suspender las relaciones financieras entre los dos países, incluso todo contacto con el Banco Central iraní. Teherán contestó con la aprobación por mayoría parlamentaria de una ley para rebajar las relaciones a nivel de encargado de negocios, lo que ha supuesto la retirada de los embajadores.