TRAGEDIA EN ALEMANIA

Las 20 víctimas de la Love Parade murieron asfixiadas

El debate sobre los responsables del accidente -en el que también fallecieron dos estudiantes españolas de 22 años que acababan de realizar un intercambio con una beca Erasmus en la Universidad de Münster- está al rojo vivo pues a cada aumento aparecen nuevos indicios de que hubo negligencia en la organización.

La jefa de gobierno del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft
Las 20 víctimas de la Love Parade murieron asfixiadas
EFE

Las 20 víctimas de la avalancha humana que se produjo el sábado en la Love Parade de Duisburgo murieron por asfixia, anunció la jefa de gobierno del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, basándose en el resultado de las primeras autopsias practicadas.


En todos ellos se detectó una asfixia mortal por aplastamiento torácico, agregó la socialdemócrata, recién elegida jefa de gobierno del "Land" más poblado de Alemania, en el que se encuentra Duisburgo.


Así pues, ninguno de ellos perdió la vida como consencuencia de la caída desde la escalera de servicio no habilitada que se encontraba en el túnel que se acabó convirtiendo en trampa mortal, recalcó. Esa era la posibilidad con la que se había especulado hasta el momento en numerosos medios de comunicación.


Pero en torno a la tragedia, en la que se registraron más de 500 heridos, sigue habiendo numerosas incógnitas. Para tratar de entender lo que realmente ocurrió, cientos de personas volvieron a darse cita hoy en el lugar en el que se celebró la macrofiesta, una antigua estación de trenes de carga. Allí dejaron sus condolencias, velas y muchos mensajes de indignación.


En la rueda de prensa celebrada en Düsseldorf, Kraft hizo hincapié en la falta de experiencia en organización de grandes eventos de la que adolecen numerosas ciudades alemanas y pidió más ayuda. "Esas ciudades no pueden quedarse solas". Es necesario que sean asesoradas continuamente, agregó señalando que Renania del Norte-Westfalia preparará una ley al respecto que pueda aplicarse a nivel nacional.


Por otra parte, Kraft se refirió al alcalde de Duisburgo, el cristianodemócrata Adolf Sauerland, quien aseguró que se mantendrá en su cargo pese a las numerosas peticiones de dimisión que ha recibido por haber permitido el festival en un lugar que no cumplía las condiciones de seguridad. "Al final se tratará también de la responsabilidad política", enfatizó.


El debate sobre los responsables del accidente -en el que también fallecieron dos estudiantes españolas de 22 años que acababan de realizar un intercambio con una beca Erasmus en la Universidad de Münster- está al rojo vivo pues a cada aumento aparecen nuevos indicios de que hubo negligencia en la organización.


El director de la fiesta, Rainer Schaller, insinuó que la policía fue la culpable de la estampida por haber dado instrucciones de abrir varias puertas de acceso al recinto. Los organizadores mantuvieron sin embargo cerrados diez de las 16 entradas por temor a que el lugar propasara su capacidad. Miles de jóvenes quedaron así atrapados en el túnel de acceso.


Sin embargo, la policía de Colonia, que está llevando las investigaciones en torno a la tragedia, rechazó hoy las acusaciones y pide que se ponga fin a las especulaciones. "Todavía no podemos determinar qué es lo que llevó a esa secuencia de sucesos", dijo un portavoz.


 El dolor de los que vivieron la tragedia se transforma en rabia, pero los organizadores ni se disculpan públicamente ni brindan información precisa sobre el accidente. Según los expertos consultados por dpa, esa respuesta es en realidad, la única razonable jurídicamente.


La ciudad de Duisburgo anunció que celebrará el sábado un multitudinario funeral por las 20 víctimas. La canciller alemana, Angela Merkel, tiene previsto interrumpir sus vacaciones veraniegas para asistir a la misa funeral ecuménica y según distintos medios de comunicación, el presidente alemán, Christian Wulff, también acudirá.